Capítulo 26 - Sin preámbulo + 18

99 9 1
                                    

- Eres la morena más sexy que he conocido en mi vida – me dice en un susurro

Alejandro me besa, desliza su mano por mi falda y aprovecha para subirla poco a poco, sus besos húmedos me excitan y quiero levantarme de la silla pero no me deja, juega con mi tortura y con su experta mano.

Rueda mi silla hasta la cama sin apartarse de mis labios sentándose en la cama, cuando está así se aparta de mí; mete sus manos en mi falta que hasta ahora está en mi cintura; así, sin impedimento logra quitarme la panty, siento sus dedos recorrer desde mis caderas hasta mis piernas y cuando la tengo afuera, la pasa por mis pies, sacándola.

Me hala de las piernas quedando con la espalda recostada al espaldar de la silla y con mis nalgas en la orilla del asiento; en esta posición puede tener mis piernas estiradas a merced de él.

Alejandro se dobla y me mira, sus ojos oscuros por el deseo anticipado; el mismo que tengo yo con esta posición, a la espera de lo que irá hacer.

Cuando se acerca a mi vagina, siento pasar su lengua por esta y dicho ataque provoca que mi cadera se acerque instintivamente por el deseo de sentirlo más.

¡Ohh que rico!

Así

Alejandro mueve su lengua como el profesional que es, cada movimiento hace que me mueva a tal punto que ya he dejado mi culo al aire y con eso toda la accesibilidad para que haga lo que desee.

Alejandro mete un dedo en mí

Ohhh

Esta sensación ya la conozco y quiero más.

Sé que puede darme más.

Como si hubiese escuchado mis pensamientos o deseos, mete otro dedo en mi vagina húmeda y empieza a masturbarme con premura.

Ya quiero que me coja

No quiero tanto preámbulo, lo quiero a él y me quiero penetrada

Mi desesperación aumenta al compás de mi deseo, así comienzo a sentir deseos de tomar las riendas; todo por sentir su pene dentro de mí

Ohhh rayos

Ya no aguanto más este preámbulo

Alejandro levanta la cabeza e imagino que mi cara debe ser un desespero total porque se detiene

¿Qué hago?

¿Cómo le digo que hoy no quiero el preámbulo?

- ¿Estás bien? – pregunta

- No – se me sale

Me mira extrañado así que como puedo me recompongo, me coloco de pie y comienzo a desnudarme.

Alejandro que por cierto ya está extrañado, me mira peor

- ¿Qué ocurre? – me pregunta

Ya deseosa de él y sin aguantar más le digo – que quiero tenerte adentro ya mismo – ya desnuda, me desarmo el moño que tenía – hoy no quiero tanto preámbulo, solo quiero que me cojas y que lo hagas duro – le digo

Alejandro sonríe y se coloca de pie, empieza a desvestirse

Así totalmente desnuda me apresuro a darle una ayuda, la rapidez en cómo se desviste pareciese que estuviéramos cometiendo un pecado.

Cuando está desnudo, frente a mí; puedo apreciar semejante hombre grande que tengo para comerme.

Sin aguantar más mis ganas, me abalanzó sobre él haciéndolo sentar de golpe en la cama y cómo puedo me le monto encima; introduciendo su duro pene de golpe, tanto que me hace casi chillar.

Fantasías en la perla I [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora