La soledad

Un pequeño paraiso.

-Pues tan solo Amanda, te invito a mirar tu nuevo nuevo destino,Hambleden-

-Es maravilloso-

-Lo único no tan maravilloso es que tendremos que llegar al aeropuerto y tomar un autobus para llegar-

-Pues no estaré sola!!- dijo Amanda muy serena.-Tú serás mi primer amigo en este pueblo- sonrió.

-Más te vale-

Miré una, otra y otra vez para captar bien donde estaba, todo verde, todo silencioso en medio de un aeropuerto ruidoso, solo se escuchaban los motores y de los aviones. Baje las escaleras y me quede observando, casí cautivada por el lugar, cuando Alán me habla.

-Ven siguéme- me ordenó tomandome fuertemente mi mano.

-Te sigo si me sueltas!!- lanzé al aire.

-Vale, vale-

Solté su mano, muy suave por lo demás o quizas yo estaba acostumbrada a lo seco.

De un momento a otro llegamos a un terminal, ahí pagamos nuestros voletos y nos sentamos muy cómodos. Dormí quien sabe cuanto, solo sé que Alán me habló al oido para despertarme.

-Chica, hemos llegado- susurró al oido.

-No me despiertes que estoy en el paraiso-

Abrí poco a poco mis ojos, con ellos entre abiertos pude ver el lugar. Sin duda pequeño pero un paraiso de aquellos.

Nos bajamos y tomamos nuestras maletas.