Último día.

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Muy yo, eso es de seguro.- dije afirmando

Ya, esto, esto otro y este- dijo Lu al joven que nos estaba atendiendo.

Ya después de salir de la tienda.

Lu, vi como mirabas a ese joven-

Pues así debe ser, uno nunca sabe dónde encontrara a un joven apuesto y hay que aprovechar. Ahora vamos por zapatos.-

Noo Lu, tengo que arreglar mis cosas y de seguro mis padres irán a tu casa al ver mi nota.

Les dejaste una nota?

Sí, así que te ruego si es que van no les digas.- suplicando.

Lo sé, y  lo  haré porque es lo mejor para ti.

Nos fuimos a casa de Lucrecia, y a dos cuadras de esta puede ver ya el auto de mis padres en la casa de mi amiga.

Lu, yo me devuelvo, estaré en la plaza de aquí a la vuelta, no quiero verlos.- dije nerviosa.

Ya, bueno… Yo los atenderé y en cuanto se vayan te voy a buscar, de acuerdo?-

Sí, y llévate tú las compras.

Ya, vuelvo en un ratito-

Yo di media vuelta y a paso rápido llegue a la plaza, me senté y en cosa de unos minutos vi llegar a una pareja. En mí decía que bello, suspiraba por que algún día yo estuviera en ese lugar pero todo cambio cuando me di cuenta que el joven era… era el chico de mis recuerdos, Julián, no lo niego estaba más guapo que de cuando lo conocí y muy bien acompañado… Me sentí tan mal que me pare de la banca en donde estaba y me recosté en el pasto y empecé a  pensar, a soñar en que hubiera pasado si yo fuera esa mujer, tanto pensarlo me dormí y me despertó Lucrecia.

Ya, todo listo, parece que tenías sueño.-

Un poco, dime como te fue.-

Me hice la sorprendida y los invite a beber algo, aunque se veían muy preocupados-

Mmmm, ya me da igual, si me hubieran dejado crecer no estarían así-

Ya vamos a la casa-

En el camino a la casa de Lucrecia.

Amiga, no sabes nada!- le dije un poco emocionada.

¡Cuéntame!-

Estaba en la plaza y llego una pareja, y el joven era Julián.-

¿Qué?- dijo sorprendida.

Por eso me fui a recostar, no quería ver sus besos y esas cosas-

¿Y estaba guapo?- dijo de forma picarona.

Sí, mucho más que antes.-

¿Te has vuelto a enamorar de él?-

Como crees!- dije evadiendo el tema.

No tienes para que decir, ya lo sé. Nunca dejaste de amarlo.-

Nooo, que inventas!- dije para llevarle la contraria.

Pues como no enamorarse  de un rubio, ojos verdes que te mira de tal manera-

¿De qué manera hablas?-

Pues de cuál más?, la de querer comerte con los ojos-

¿De esa manera me miraba él?- pregunte tan inocentemente.

Esa y mucho más-

Ya llegamos, ahora a hacer bien la maleta-

Si, a meter esos vestidos.

Terminamos de hacer la maleta, comimos un pan y nos dormimos viendo una película.

Mi sueño es que mi vida sea como la de un cuento de hadas- dije

Ten por seguro que lo será, solo debes hacerlo-

Ahora me iré a dormir y mañana me acompañaras al aeropuerto.-

Claro, buenas noches-

Este es mi último día aquí, paso de todo, volver a verlo, escapar de mis padres, volver a sentirme como una adolescente y ahora a esperar el día de mañana…. Pensaba antes de dormir. Y dormí con esa ilusión.

La soledadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora