Después del incidente con Alán no nos habiamos dirigido la palabra. No sabia nada acerca de mi futuro, si me quedaria en esta casa o si tendria que buscar un nuevo hogar. Así y sin mayor previsto me dirigi a hablar con la madre de Alán.
-Buenos días señora- dije con simpatia
-Buenos días querida, a que debo tu alegria hoy-
-Pues la verdad he pensando en marcharme- (vi como se formaba una ligera sonrisa en su rostro)- pero para hacerlo necesito encontrar trabajo, usted sabe de alguno por acá--Mira niña acá te vendría bien comenzar con ese negocio propio, de seguro Alán te puede ayudar, y ahora te dejo que voy tarde al trabajo- cerrando la puerta.
Subí a mi habitación, me coloque ropa ligera y una gorra y salí a caminar por los alrededores.
Al llegar a la casa vi a Alán con una chica, y mis humos se salieron de control, di media vuelta y regrese por donde habia venido. Me senté bajo un árbol y trataba de calmarme pero inexplicablemente sentia que iba a explotar y solo por verlo así con otra. Respire profundo unas cuentas veces y por largo rato hasta que siento una respiracion junto a la mia.
-Alán!¿qué haces aqui?-
-Me preocupe al verte venir para acá-
-Pensé que molestaba allá-
-Pudimos haber hecho un trio- bromeó.-Ella era solo una vieja amiga, ya la deje en su casa y vine directo a verte pequeña-
-Esta bien,estoy bien, vamos a casa-
-Hey pero tu y yo tenemos una conversación pendiente- dijo Alán acorralandome.
-¿Cuál?-dije tratando de moverme.
-Amanda tu tienes más de 25 años y sigues siendo virgen-
- No es ser virgen, es ser conservadora-
-Eres de esas chicas que espera encontrar su principe azul y bla bla bla...-
-Yo no lo busco-
-¿Lo encontraste a caso?-
-Puede ser- me solte de sus brazos y corrí en dirección de la casa
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La soledad
Misteri / ThrillerBajo las reglas de una familia conservadora busco mi verdadero yo, la unica opcion de crecer es mudarme al lugar mas raro del mundo.