𝕋ℍ𝔼 𝕃𝔸𝕊𝕋 𝔻ℝ𝔸𝔾𝕆ℕ //Charlie Weasley//✔

33. Si tu lo dices...

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-Hola Charlie. - saludo el rubio bastante incómodo mientras se rascaba la nuca.

-Hola chicos. - el pelirrojo contestó, y saludó guiñando un ojo a la pelinegra.

Roxane le devolvió el saludo con un movimiento de cabeza.

-Hola Nymphadora. - añadió a sabiendas de que iba a irritar a la pelirrosa.

La cual pasó de tener el pelo de color rosa chicle a un tono rojizo.

-No me llames Nymphadora. Lestrange. - dijo apretando la mandíbula.

La pelinegra no contestó, simplemente le dedicó una burlona sonrisa de lado.

La tensión que había entre las dos era más que notoria, excepto para Charlie. Él no se enteraba de nada.

El rubio carraspeó.

-Ejem. Tonks, ven conmigo, tengo que enseñarte una cosa. - dijo Terence intentando salvar la situación.

La pelinegra le miró agradecida. Agarró el brazo de la Hufflepuff y tiró de ella hacia dentro del castillo.

La Slytherin se quedó a solas con el guapo pelirrojo.

-¿Nos vamos?- preguntó él haciendo una graciosa reverencia.

-Sí. - contestó ella agarrando su brazo.

La pareja se fue al lago. Se sentaron a la sombra de un árbol y disfrutaron de poder estar juntos.

Empezaron a hablar sobre los exámenes. Tenían prácticamente las mismas asignaturas, así que estaban bastante al día.

La conversación se enfrió cuando Charlie le preguntó a Roxane por los días que había estado fuera, en la mansión Malfoy.

La pelinegra se tensó e inconscientemente se llevó una mano al antebrazo. Donde estaba aquella oscura marca.

El pelirrojo notó su acto y la tensión que había aparecido en el cuerpo de Roxane.

-Ey. - dijo suavemente mientras giraba su rostro, haciendo que sus ojos conectasen con los de ella - Puedes decírmelo.

Roxane no estaba del todo convencida, sabía que la reacción del pelirrojo no iba a ser agradable. Pero tampoco podía ocultarselo todo.

-El día después de irme me dijeron que ese era el día. - suspiró - Que en unas horas me marcarían. Y nada podía detenerlo.

Charlie agarró la mano de la pelinegra.

-No pude evitarlo. - susurró con lágrimas en los ojos - Me lanzaron una maldición, y después... todo fue dolor. Sentía una oscuridad recorriendo mi piel. - Roxane paró de hablar. Un dolor diferente apareció en su pecho, impidiendo que las palabras siguieran fluyendo.

El pelirrojo, agarrando la mano de la Slytherin levantó lentamente su manga. Muy despacio, como una leve caricia.

La pelinegra puso freno a la mano del chico. Y derrochando ya sus traicioneras lágrimas negó con la cabeza.

-No Charlie, por favor. - le miraba suplicante. No deseaba mostrarle en lo que se había convertido. Ni la maldad que sentía que brotaba en ella.

El pelirrojo dejó la manga en su sitio.

-Todo esto. - comenzó a decir el pelirrojo - Todo lo que has pasado. Podría haber sido diferente.

La pelinegra no se atrevía a mirarle a los ojos. Sabía que vería decepción en su cara. Decepción por no haberle dado la oportunidad de hacerle caso y estar con él sin que le importase el resto.

Ella también se reprendía a si misma por eso. Por no haber luchado por lo que quería y por quien amaba.

-Lo siento Charlie. - las palabras salieron de sus labios como susurros mientras laa lágrimas seguían cayendo por sus mejillas.

-No pasa nada. -respondió este acariciandole el pelo a la Slytherin antes de posar sus labios sobre los de ella - No es culpa tuya.- susurró.

Si que lo es. - pensó Roxane.

-Hay otra cosa que tengo que decirte. - dijo.

Si se lo digo, por lo menos que sea todo.

Él la miró confuso.

-Verás, ese día no solo me marcaron. Me dijeron que... -se quedó en blanco.

-¿El qué?- preguntó él cambiando su confusión por preocupación.

-Que estoy prometida... con otro. - dijo la pelinegra.

-¿Con otro? ¿Qué otro?

-Con...Skandar. - contestó entre dientes.

-Pero si esta en la enfermería. - repuso con una ceja alzada.

-Lo sé. - respondió.

-Y es tu mejor amigo.

‐Lo sé.

-Y estoy yo.

-Lo sé.

El pelirrojo se quedó pensativo, como si analizara todo lo que le acababa de decir poco a poco.

-Solo se me ocurre una solución. - dijo al final.

-¿Cual?- preguntó la pelinegra.

-Que nos escapemos. A algún lugar muy lejos de tu familia y de los compromisos. Un lugar donde podamos ser libres.

-¿Y qué lugar es ese?

-Yo había pensado en Rumanía. Está lleno de dragones. Tienen un santuario y todo. - los ojos del pelirrojo brillaban al hablar de aquel sitio.

Roxane sonrió al ver tan feliz a su novio.

-¿Te irás allí después de Hogwarts?- preguntó.

-Sería un sueño hecho realidad. - durante unos segundo estuvo mirando al cielo, imaginando su vida rodeado de aquellas hermosas criaturas - Pero, - añadió bajando de nuevo a la realidad - prefiero mil veces antes un futuro contigo.

Giró su cabeza para mirar a la Slytherin. Los dos se sonrieron.

-Ojalá todo fuese así de fácil. - susurró la pelinegra entre los brazos del pecoso pelirrojo.

-Estando todos juntos todo es más fácil. - añadió el pelirrojo besando la cabeza de la pelinegra.

Y así el Gryffindor y la Slytherin pasaron más y más tardes hasta que el curso se empezó a llegar a su fin.

El calor avanzaba y los exámenes se le caían encima a los alumnos.

Todos los estudiantes empezaban a planear ya sus vacaciones de verano, y a hablar de sus planes con sus amigos.

El pelirrojo estaba deseando que su novia se quedase unos días en su casa, pero no conseguía convenverla. Y estaban empezando a desesperarse, los dos.

Ella por rechazarle y él por insistir una y otra vez.

-Sabes que no voy a parar hasta que digas que sí. - me decía el pelirrojo a su chica mientras cambiaban de clase.

-Y sabes que te voy a decir que no. - contestó ella cansada de la constante insistencia de su novio.

-¿Pero por qué? No lo entiendo. -dijo este encogiéndose de hombros.

-Pues porque no les voy a caer bien. - respondió.

-¿Por qué? ¿Por ser una Lestrange?

La pelinegra le contestó con una mirada.

-Mis padres no son así. Seguro que les encantas. - dijo sonriendo.

-Si tu lo dices...

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