Secuestro

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Eran las 7am de una bonita mañana de junio. Ese día Nath se despertó temprano, desayunó y se puso a trabajar con su ordenador, ya que era escritora.
Después de darse una ducha se percató de que ya eran las 10am. Le extrañó que no estuviera despierta Amelia, así que fue hacia su habitación.
Para su sorpresa, al entrar en la habitación de la niña no había nadie.
-¿¡Amelia!? ¿¡Dónde mierda te has metido!?
Revisó toda la casa, pero no encontró nada, así que decidió llamar a la policía.
En unos minutos llegaron los policías.
-Hola, soy Fernando, y estoy al cargo de este caso. Haremos todo lo posible por encontrar a su hija.
-Necesito encontrarla- Dijo entre lágrimas y con la voz rasgada.
-¿Cuándo fue la última vez que la vio?-Preguntó el agente.
-Esta noche, Amelia se fue a dormir a las 22:00, yo me acosté más tarde, a las 0:00. Hoy, cuando he ido a verla me he encontrado su habitación vacía.
-Es un caso extraño, ¿No escuchó ningún ruido anoche?
-No, nada.
Empezaron a investigar la zona, buscaron en parques, en casas de sus amigos, tiendas, pero no apareció.
Aún no sabían si se trataba de un caso de secuestro o de una huida de casa de su hija.
-¿Tuvo alguna discusión ayer con su hija o algo que pudiera afectarle?-Preguntó Fernando.
-No, de hecho, ayer fue un gran día. Ella se veía bastante feliz y fuimos a comer al McDonald's, su restaurante favorito.-Algunas lágrimas se le escaparon al hablar.
-Fernando, tenemos que revisar las cámaras-Dijo un compañero de trabajo del policía.

Estuvieron horas mirando las cámaras hasta que...
-¡Ahí está! Es el cabrón que se llevó a la niña. Se le ve a las 4:02am entrar por la ventana, y a las 4:05am sale con la niña.
-Probablemente la habrá drogado, porque parece dormida.-Intuyó Alicia, otra investigadora del caso.
Natalia solo podía llorar y llorar estaba muy desesperada y sedienta de venganza.
-Tenemos que averiguar quién es, quiero a ese capullo en la cárcel-dijo Natalia con mucha rabia en su voz.
-Trataremos de investigar lo máximo posible.

Ya eran las 17:15, y no pudieron encontrar suficientes pruebas. La persona que secuestró a la pequeña llevaba la cara tapada completamente.
Debido a la falta de pruebas, los oficiales decidieron investigar el móvil de Amelia en busca de alguna prueba.
-Parece que estuvo hablando con una cuenta anónima por Instagram esta misma noche.-dijo Alicia.
La conversación decía lo siguiente:
•¿Está tu madre en casa?
•Está dormida, pero, ¿Para qué quieres saberlo?

Acto seguido la cuenta había sido eliminada.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de todos los presentes en la escena.
-Si tan solo le hubiera quitado el móvil...- Se culpó Nath entre sollozos
-Llamaremos a un experto en informática en busca de la identidad de este sujeto.

Llamaron al hacker, pero no sirvió, al parecer, el secuestrador también sabía de informática y no había dejado huella. La cuenta ya no existía, no había número de teléfono, ni dirección, ni siquiera un correo electrónico anónimo.
Solo había hablado con Amelia en esa ocasión, o eso parecía.
Era un caso complicado, desde las 4:05 hasta las 10:00 habían pasado casi 6 horas, suficiente tiempo para huir a un lugar desconocido donde nadie los pudiera encontrar.

Nostalgia de un falso pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora