Capítulo 07. "Infierno"

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Me despierto como todos los días a las 5 de la mañana, busco mi ropa que consiste en short de mezclilla color azul, una blusa blanca con la espalda descubierta y unos tenis color rosa.

La verdad no considero que mi manera de vestir sea inadecuada pero la sociedad se encarga de poner estereotipos para todo.

Si usas pantalones eres hombre y si usas falda eres mujer pero vamos, las personas deben respetar los gustos y preferencias de cada individuo y dejar de tener la mente tan cerrada.

(...)

Después de ducharme y vestirme intento maquillar los tantos moretones que quedan después de las palizas que me da Mariela, solo pido fuerzas para poder aguantar otro día más de mi propio infierno llamado vida.

Bajo de puntillas a la sala donde me encuentro a Mariela dormida con un tipo gordo que seguramente es su conquista de la noche. Tomó las llaves de la casa y con cuidado cierro la puerta. Hago el mismo recorrido de todos los días, voy a la parada del bus, subo y pagó el dinero, y voy hasta los asientos de la última fila.

Al llegar al instituto me dirijo a mi taquilla donde se encuentra con pintura en aerosol la palabra "ZORRA" y todos los estudiantes hacen un círculo a mi alrededor para ver mi reacción y burlarse de mí pero claro no les daré el gustó.

- Que lindo que piensen en mí mis amores, la verdad muchas gracias, hace mucho quería decorar mi taquilla pero no sabía como, gracias por este gran regaló, los amo- hable con voz dulce.

Todos se quedaron en silencio por que claro que no esperaban esa reacción por mi parte. Se empezó a escuchar murmuros como "Maldita zorra", "Vete del instituto", "Ojalá te mueras", entre muchas otras cosas no aptas para todo público. Comencé a abrirme paso entre ellos y me dirigí hacía mi primera clase que era Historia donde por suerte me tocaba con Eduardo.

Tome asiento en la última fila y como siempre nadie se sentaba a mi lado o eso creía ya que al llegar Eduardo al aula, buscaba a alguien con la mirada y cuando sus ojos conectaron con los míos sonrió, se dirigió a donde yo estaba y tomó asiento a mi lado.

- Hola Beth- dijo con una preciosa sonrisa agg que alguien me diga como se respira por que justo en este momento no lo recuerdo.

- Ho..la Ed..uar..do- balbuceo. ¡Metenme por favor!

- Estas tan hermosa como cuando eras niña- ¡Dios! Siento mi cara arder.

-Gra..cias t..ú igu..a..l ere..s m..uy gu...a...po...- ¿Por qué bulbuceo justo cuando mi crush de toda la vida me habla? Soy tan patética.

-¿Estas disponible para hoy en la tardé?- Pellizco mi brazo izquierdo para ver si esto no es un maldito sueño.

-Oh! Claro que si Eduardo- digo intentando soñar calmada - para ti, siempre- susurró para que no logre escucharlo.

-¿Qué dijiste?

oh oh creo que si me escuchó.

-Nada, solo que a que hora- miento.

- Ah bueno, pues ¿puedes a las 8?

-Claro, ¿A donde iremos?

-A mi casa, ya sabes mis padres siempre estan de viaje y me siento solo en la casa.

- Si, te entiendo. Bueno nos vemos a esa hora- digo con una sonrisa de oreja a oreja.

- Esta bien Beth, te veo más tarde- dice dándome un beso en la mejilla izquierda logrando que me ponga tan roja como un tómate.






En el mundo hay personas buenas y malas, pero cuando las buenas se encuentran con las malas estas logran corromper hasta el gramo más pequeño de bondad que había en sus almas.

Las zorras también lloran.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora