Hoy es mi no-cita con Joan y la verdad siento como si tuviera dragones en el estómago, comienzo a buscar entre mi armario algo lindo que ponerme hasta que encuentro un jomper negro de terciopelo que combinó con mis vans blancas y una pequeña mochila para guardar mi celular.
Ya lista, bueno, preparada. Comienzo a salir de mi habitación cuando al intentar bajar las escaleras siento un que alguien tira de mi cabello haciendome caer.
Siento un fuerte dolor de cabeza y al tocar en la parte afectada miro un líquido carmesí en mi mano.
-¿A donde ibas maldita zorra?
Dijo mi madre sin dejar de mirarme con una sonrisa malévola antes de patearme repetidas veces hasta que me dio un golpe en la cabeza y de pronto todo se volvió obscuro.
Desperté con un fuerte dolor en las costillas, tuve que arrastrarme hasta al baño de mi habitación para poder curarme nuevamente, creo que hoy Mariela no estaba de buenas.
Al terminar me dispuse a irme a la cama para reposar un rato pero al tan solo tocar la cama no tarde en caer en los brazos de Morfeo.
(...)
El fin de semana se me paso volando con eso de ir al bar y los trabajos extras que me salían no me dieron tiempo ni de respirar.
Desde el incidente con Mariela no la he vuelto a ver pero siento la sensación de que algo se me olvida.
Hago la rutina diaria, me baño y visto para ir al instituto, salgo de casa y voy a la parada de autobuses, me siento hasta al fondo y me pongo los audífonos pero en esta ocasión escuchó Alan Walker- Faded.
Cuando por fin llegó me dispongo a buscar a ojitos bonitos y es ahí cuando recuerdo: ¡LO DEJE PLANTADO!.
Sin duda alguna soy la persona mas estupida del mundo, ¿como pude olvidar una cita con el chico que me gusta?.
Miró por todos lados hasta que lo localizó en una banca alejada de la entrada del instituto y casi corriendo me dirijo para allá.
Cuando llegó le tocó el hombro y al verme su mirada refleja algo como tristeza y decepción, eso logra romperme el alma.
-Hola, lo siento no quería dejarte plantado pero ocurrió un problema en casa y no pude ir así que....
- No te preocupes Monserrath, lo entiendo ¿solo amigos cierto?- me interrumpe con un intento de sonrisa que más bien parece una mueca antes de irse.
- Es que el problema es, que no quería ser solo tú amiga...- murmuró sabiendo que el ya no puede escucharme.
Siento que te perdí. Pero tal vez nunca lo hice, por que nunca te tuve...
ESTÁS LEYENDO
Las zorras también lloran.
Historia CortaMonserrath, una chica odiada por muchas y deseada por otros. En el instituto se ganó la fama de ser la "zorra" cuando uno de los chicos más populares descubrió que está trabaja en un bar donde ofrece sus servicios de compañía. Pero, nadie se ha preg...