Espiando

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MENTE DE VALENTINO

He de estar lo suficientemente enfermo y desquiciado como para dejar de lado la idea de volver con Víctor y Charlene para poder seguir al primo de Xochi, Peter.

En nuestra despedida, pude apreciar cómo se dirigía en dirección a la casa de la abuela de Xochi. "Puede que su casa también esté en esa dirección" pienso de forma un poco más coherente, pero mi lado esquizofrénico me dice "Va a la casa de la abuela para estar con Xochi"

Y no puedo permitir eso.

Trato de esconderme como puedo, tras las casas, rocas, cactus, y todo lo que me pueda dar un mínimo de escondite para que así no me vea Peter. En otras circunstancias, habría mantenido un poco más las formalidades y no habría seguido al chico, pero en este pueblo la gente ya es rara, así que yo no voy a ser menos.

Tras muchos minutos caminando, la probabilidad de que se vaya a su casa es cada vez menor. Y la estadística cae a cero cuando finalmente llegamos a la misma casa en la que escasas horas estaba con Xochi.

Me las ingenié como pude para que el chico no me viese, pero ahora, me ataca la tentación de salir de mi escondite y preguntarle a ese chico "¿Qué intentas?" Por suerte, logro contenerme a duras penas.

Sigo escondido tras las maderas de una casa abandonada justamente al lado de la casa de la abuela. Puedo ver todo lo que sucede a través de un pequeño agujerito en la madera.

Peter parece tener bastante confianza a la hora de llegar, ya que intenta abrir la puerta sin antes llamar. Bueno es normal, son familia después de todo.

Como ve que la puerta está cerrada desde adentro, toca la puerta. Pasa un ligero tiempo hasta que le abren. No es Xochi quién le ha abierto la puerta. Es una anciana que doy por hecho que será la abuela de ambos.

No oigo muy bien lo que dicen, pero seguramente se estarán saludando. Inmediatamente después, la anciana le deja entrar a Peter.

Todos los celos que siento ahora mismo se transforman en tensión en estado puro. Sé que Xochi no se entregaría a su primo, es decir, por la forma en que es ella, el incesto no le pegaría.

El problema es el hecho de pensar que ese bobo lo intentará. Que intentará seducirla de alguna manera hasta convencerla de llevarla a la cama. No soporto la idea de que alguien le diga cosas bonitas sólo para divertirse con ella.

Yo por lo menos soy su novio, creo.

Me quedo un rato sentado en la arena, decidiendo que debo hacer. ¿Irme? ¿Hablar con Xochi? ¿Volver con Víctor y Charlene? Hmmm...

En los segundos de incertidumbre en los que me quedo pensando cómo actuar, una voz me llama desde la lejanía.

—Valentino, ¿qué haces ahí?

Me volteo en dirección a la voz y me doy cuenta que mi hermano y mi cuñada aparecen a unos cuantos metros de mí.

— ¿Qué hacéis aquí? — les pregunto

— Ya hemos estado mucho tiempo en el oasis. Veníamos a ver qué tal te ha ido. ¿O será que aún no has entrado y por eso estás aquí? — me pregunta Víctor.

Me lleva unos pocos minutos relatarles todo lo que me pasó con Xochi (bueno, tampoco voy a darles todos los detalles de lo que hicimos) y lo que me contó su primo, Peter.

— O sea que ahora mismo está ese tal Peter en la casa con Xochi.

— Sí, bueno, ellos dos y su abuela. No sé qué hacer. Ahora que Xochi y yo lo hemos arreglado, él intentará hacer todo lo posible para que ella no vuelva a Monte Macabro.

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⏰ Última actualización: Jun 26, 2020 ⏰

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Victor y Valentino- ShipsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora