Capítulo 5

13 3 14
                                    

Los días pasaban, poco a poco llegaba el verano, por lo cual el sol era mas intenso cada vez. Desde ese día que discutí con Isaac, no lo volví a ver, era extraño no verlo en la cafetería. Su hermana Lily, siempre estaba allí, cuando podíamos estábamos juntas, pero ella también se volvió distante conmigo y nuestras conversaciones se volvieron cortas. Durante estos días que ha pasado, Thomas ha sido mucho más cercano a mí, al finalizar las clases, nos íbamos juntos a nuestras casas y cada vez él era más agradable conmigo.

Llegue a la preparatoria con el fin de encontrarme con Isaac y pedir en que solucionáramos, ya que todo este problema me pone incómoda y al estar con Thomas me siento culpable pero también me siento en paz. Todo esto me hace sentir muy extraña, era la primera vez que pasaba por esto y mas si es por dos hombres. ¡Esto es muy raro!

- Annie... - escuché la voz de Isaac detrás de mí, su voz se escuchó algo triste y serena. Me voltee al instante para mirarlo fijamente a sus ojos. Lo primero que noté fue una mirada apagada. Sus ojos color miel ya no era como antes, no había brillo en su mirada y eso me hizo sentí mucho más culpable, aunque no haya hecho algo malo, al menos eso pensé.

- Isaac. ¿Dónde has estado? - me acerqué a él, pero él se alejó de mi al instante.

- He estado ocupado, Annie. Quiero disculparme por haberte tratado así, no fue mi intención, solo que al saber que estabas saliendo con ese idiota... ­- Isaac hizo una pausa, por lo cual un suspiro salió de él, dejándome pensativa. - el caso es que, no quiero que te hagan daño, solo quiero evitar un gran dolor en ti. - Isaac se acercó a mi y me dio una caricia suave en mi cálida mejilla. - Annie, hace días quiero decirte algo.

- ¿Qué tienes que decirme? - Lo mire fijamente esperando su respuesta. Me sentía nerviosa al estar con él, sentía como mi corazón latía rápido y mis manos empezaban a enfriarse.

- Annie, hace algunos días empecé a sentir algo por ti. Es por eso que no soporto que estés con él, que estén riendo fácilmente o que él te abrace y te sienta. Annie, estoy enamorado de ti y quiero que seas mía. - Al oír aquellas palabras, me quedé perpleja.

- Espera, yo... - No sabia que decir, me había quedado sin palabras al oír su confesión de amor por mí.

- No tienes que decir nada, Annie, pero lo único que quiero saber es si tu quisieras ser mi novia. - Quería desaparecer en ese momento, estaba confundida y ni siquiera sabía si mis sentimientos por Isaac aun existían.

- Es complicado, estoy confundida y no se que decirte, Isaac. - la mirada de Isaac, cambio por completo, noté como un gesto de disgusto se plasmó en su mirada.

- Es por Thomas. ¿Es cierto? ¡Es por ese idiota! - Isaac se acerca a mí, agresivo me sujeta de los hombros, mirándome fijamente. En ese instante comencé a temblar de miedo. Jamás había visto a Isaac de esa forma, quería irme de allí.

- Isaac, suéltame, me lastimas. - lo miré temerosa, intentando soltarme de su agarre.

- ¡¿Qué tengo que hacer para que te fijes en mi y no en ese imbécil?! - sus manos apretaban cada vez mis hombros, sentía como aumentaba el dolor cada vez que el aumentaba la fuerza. No podía dejar de mirar sus ojos, transmitía una clase de odio e ira. Sentía como el temor se adueñaba en mi cuerpo, sentía como mis lagrimas bajaban por mis mejillas.

- Isaac, por favor, suéltame. - dije con un nudo en mi garganta. Isaac mientras tanto me seguía mirando con mucha ira. Sentí como una mano agarro mi brazo izquierdo, soltándome del agarre de Isaac y alejándome de él. Al estar detrás de aquel sujeto, noté que era Thomas, escondiéndome de la vista de Isaac.

- ¡Aléjate de ella Isaac y no la vuelvas a tocar! - dijo Thomas con autoridad. -¿No entiendes que ella no quiere estar contigo? Así que, vete y no molestes más.

- Vaya, mira a quién tenemos aquí. - le contestó Isaac a Thomas de una forma irónica. Isaac se acercó a Thomas intentando desafiarlo. - ¿Ahora eres el nuevo perro de Annie o qué? ¡Yo me acercaré a ella las veces que me dé la gana y tu no podrás evitarlo, imbécil!

- Te lo advierto, Isaac. Tu le haces daño y te juro que responderé a la fuerza. - Podía notar como Thomas e Isaac tenían esa fuerte rivalidad, sentía como se odiaban mutuamente. No quería que esto pasara, realmente no pensé que una persona como Isaac fuera así, sinceramente le tenía miedo.

- Ah, ¿sí? Entonces, inténtalo. - en ese instante, Isaac empuja a Thomas, tentándolo a responder. Observé como las manos de Thomas ya tenían la forma de un puño, sabía que alguno de los dos iba a terminar lastimados, en ese momento, lo único que se me ocurrió fue en meterme en medio de los dos y evitar todo este caos. Y así fue.

- ¡Ya basta los dos! Miren su alrededor, esto parece un espectáculo y ustedes dos son los payasos. - sentí como la mirada en ambos chocaban contra mí. En ese momento, dirigí mi mirada a Isaac, acercándome a él, le di una bofetada por el daño que me hizo hace unos momentos. - Tú jamás vuelvas a tocarme en tu vida. ¿Está claro? No eres el Isaac que conocí, simplemente eres otra máscara detrás de otra. - Lo miré decepcionada y me dirigí donde Thomas. Tomándolo de la mano, salimos de ese incómodo momento.

Ambos caminábamos por el corredor en silencio, solo se escuchaba nuestros pasos golpeando el piso. Los pensamientos de lo que había ocurrido a pocos minutos me invadían en mi mente, haciéndome preguntar tantas cosas y todo era cerca de Isaac y en su manera de comportarse. Ya no existía el Isaac que había conocido, aquel hombre amable, que me ayudó en el primer día de clases, donde en cada momento estaba a mi lado, acompañándome para no dejarme sola. Solo me preguntaba, ¿dónde había quedado aquel hombre tímido, agradable y tan respetuoso? Ya no estaba. Este Isaac que había visto mis ojos, era un hombre posesivo, hiriente y egoísta.

- Lo siento. - dijo Thomas parando el paso y mirándome a los ojos. - No quería que estuvieras en esa situación, sé lo incomoda que estabas al vernos a los dos actuando como tontos.

- Thomas, no es tu culpa, él lo empezó todo. De hecho, quiero agradecerte por alejarme de él, sin ti no sé qué habría pasado. Siento que yo soy la que empeoro todo, si le hubiese prestado atención a lo que me decía Isaac, nada de esto habría pasado. - Thomas se acerca a mí, pone sus manos en mi rostro haciendo que levantara la mirada, observando sus tristes ojos negros.

- Annie, no quiero que te culpes por todo lo que sucedió. Si él decidió ser un idiota, ya el problema es de él. Tu solo intentaste arreglar la amistad con él, pero él no quiso. Así que, no te sientas mal por alguien que no quiere poner de su parte. - Thomas se acercó más a mí, rodeándome con sus brazos y sintiendo su cálido abrazo, me hacía sentir segura estar con él.

- Gracias por estar en estos momentos. - le dije levantando mi rostro y observando sus ojos que brillaban, por lo cual podría ver mi reflejo.

- Intentaré estar para ti todas las situaciones. - Thomas se separó de mí, colocando sus manos en mis hombros y mirándome fijamente. - Voy a protegerte, te lo prometo.

Sentía como mi corazón latía con rapidez al oírlo decir aquellas palabras que me llenaban de tranquilidad. Me sentía afortunada al tenerlo a mi lado, sabía que podía contar con él cuando me sintiera sola, triste o vacía. Thomas se había convertido en alguien especial en mi vida desde que lo conocí. Siempre estaré totalmente agradecida con él.

Voces ConfusasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora