Capítulo 2

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El 7 de noviembre, a la una de la tarde, deben estar en la universidad letty y Carla. Desde la puerta de la habitación se escuchaba gritar a Letty. Estaba exaltada, corría por toda la casa como loca, despertando a Carla a gritos, emocionada porque era el primer día de clases en la universidad. Como siempre, ya tenía todo organizado para el día, algo que la caracterizaba mucho ¡exageración a la organización!

-Que frio hace- dijo Carla, aun entre dormida.

-Vamos, levántate que es el primer día de universidad- responde Letty. Los ojos de Carla la escrutaron entre divertidos y molestos -¡Que emoción!- repuso.

Así son ellas, dos polos opuestos. Letty es de tez morena, alta, de ojos marrones, flaca, sencilla, organizada y con la cabeza siempre bien puesta, dulce y chispeante; mientras que, Carla, esa típica rubia de revista, de ojos claros, súper desordenada donde el maquillaje y el buen cuerpo es el centro de atención.

***
-Quien diría, ya llevamos cuatro meses aquí- expuso Letty a Carla, extraño mucho a mi madre, mi familia, esto de ser hija única es difícil para dejar a mamá.

-Ya te acostumbraras, también soy hija única.

-Por lo menos te tengo aquí conmigo, eso me consuela.

-¡Oh! ¿Dónde acostaré a los chicos cuando vengan a visitarme?- ahora que has mencionado eso, de que me tienes aquí contigo, se me escapaba ese detalle, esto es muy pequeño- espetó Carla, mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa traviesa.

-¡Dios mío! Deja de pensar en eso un momento y concéntrate a lo que vinimos- aseveró Letty.

Vivian en un aparta-estudio, que pudo prestarle la señora Mirian, una amiga de la madre de Letty. Era muy pequeño: tenía una habitación, un baño, cocina, una sala y un balcón, que apenas se podían asomar, pero la decoración tipo bohemia y el toque chip de Carla, lo hacían lucir hermoso y acogedor.

Llegada la una de la tarde, allí estaban las dos chicas universitarias, preparadas para emprender una nueva experiencia en sus vidas. El campus era extremadamente grande, tenía como doce edificios, gimnasio, biblioteca, laboratorios; en fin, todo lo que una universidad de categoría pudiese tener.

Exploraban todo el campus juntas, hasta que llegara la hora de entrar a clases. Tomaron cuantas materias pudieron juntas, ya que Carla estudiaría comunicación social y Letty estudiaría Criminología.

Terminado el paseo, ambas se dirigieron al salón de clases. Letty exploraba todo, como si fuese hacer un experimento con los alumnos, mientras que Carla hacia amigos para poder ir a todas las fiestas que diera la universidad. Añade a ello, que Carla se le da eso de enamorar y juguetear con chicos a la perfección, no cree en el amor, ni pretende sufrir por amor nunca. Aunque el hecho de tomar esas actitudes y conductas, no hacen llenar el vacío que ella busca o quizás, evade sentirlo.

-¡Santo Dios! ¡Mira eso!- exclamó Carla. Tenía los ojos brillosos como si hubiese visto a Mario Casas en persona.

-Sí, está lindo, pero no hay que alarmarse- dijo Letty, parecía no inmutarse de verle y mientras sus ojos lo escrutaban en cada movimiento que hacía.

Entraba un chico alto, de tez blanca, cabello negro lizo, ojos marrones claros, musculatura de gimnasio, con una sonrisa encantadora que se dibujaba en sus labios rosa, los ojos le resaltaban con sus hermosas pestañas, sí, era hermoso, típico galán de telenovela.

-Hola, soy Paul, siento llegar tarde- finalmente expresó el chico a la clase. Tenía un acento Español.

No se terminaba de incorporar a la clase y todas las chicas ya estaban babeando; incluso, había un montón de chicas mirándole por la ventanilla del aula; mientras que, el profesor tenía que echarlas. Convirtiéndose en el galán de toda la universidad.

Gracias por leerme. ❤️

El amor cuando no duele mataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora