Capítulo 4

48 8 0
                                    

El viernes por la noche, Carla y Letty deciden ir al cine. Entre hablar y reír, Carla nota que su "bff", no estaba igual, se le notaba preocupada, ansiosa y pensativa. Estaba muy descolocada, algo que no era normal en Letty. ​

-Vamos, anímate- propuso Carla. No se imaginaba, ni cerca, de lo que estaba pasando con su amiga.

-Pero siempre estoy así, hoy se ve extraño, Carla- replicó Letty.

-Es verdad que no tienes mucho humor, pero hoy noto que no es igual ¡pero vamos¡- replicó Carla.

Suena el móvil, la luz roja que agita el corazón, se enciende; y ese mensaje que tanto esperó, por fin llegó, era Paul.

-Hola, vaya no sé por dónde empezar, han sido días complicados- escribió Paul. Siempre con su buena ortografía, hasta el último punto de su escritura. Lo que hace poner a Letty los ojos en blanco.

-Hey, ¿Qué te pasó?

-Problemas en un bar, estuve detenido por una pelea, pero ya he arreglado todo con la universidad.

-¡Que mal!, yo voy camino al cine, estoy con mi mejor amiga. Hablamos después- respondió. Siendo indiferente y sin que pudiese sospechar de la angustia que la arropaba por no haber sabido de él en esos días, la necesidad que tenia de que le escribiera. Ni ella comprendía que le estaba pasando, se maldecía por tener esos sentimientos por una persona que no conocía, que apenas había estado hablando un día y que no sabía ni con qué intención le hablaba.

-Pero espera, no quiero dejar de hablarte, qiero saber cómo has estado- proponía Paul, con la misma angustia que sintió Letty los días que desapareció.

En ese momento se le paralizó el mundo a Letty, no sabía que responder, porque estaba pasando esto, no encontraba explicación la pobre chica soñadora. Soltó una carcajada, que ni las fiestas patronales tenían más fuegos artificiales que el sentimiento que expresaba en ese momento. Carla se voltea a verla con cara de asombro, nunca la había visto de esa forma.

-¿Qué te pasa?- inquirió Carla, ansiosa por saber ante aquella explosión de felicidad.

-Fíjate, ni yo sé lo que me pasa- replicó Letty, sin pensarlo dos veces.

-Pero cuéntame lo que está pasando- insistía Carla.

Entraron al cine, y letty dejó la conversación para después, así evadía a Carla, quien estaba ansiosa por saber que le ocurría. Insistía que estaba muy extraña desde hace tres días. Durante toda la película, en lo único que pesaba la chica soñadora, era volver a casa para poder seguir hablando con el galán; miraba el celular todo el tiempo, y ni pensar en que había salido a distraerse.

-Es temprano, vamos por tragos- propuso Carla –es viernes, me quiero divertir, quizás nos encontremos a algunos amigos de la uni- insistía Carla.

-¡Perfecto!- replicó Letty, con la única intención de distraer la mente que ahora estaba ocupada por el galán.

Los sentimientos no hacen ruido, son silenciosos como la noche cálida que va arropando al día y sientes el calor cuando ya se ha posado.

Gracias por leerme. ❤️

El amor cuando no duele mataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora