¿Por qué a mi?
Asher acababa de señalarme para subir al ruedo a luchar con él, sabía que no estaba a su altura pues ya lo había visto pelear la anterior vez con Phillip, ¡le había roto la nariz!
—¿Qué estas esperando?, ¿una carta de invitación?
Suspiré profundo y subí con él, ser la primera en recibir golpes en el día me hacía blanco fácil de las miradas de todos mis compañeros.
—Tú puedes —alentó Phillip en un suave susurro.
Me puse frente a Asher, este levantó sus puños y dibujó una sonrisa sádica en su faz.
—¿Crees estar preparada para combatir a los Lituxos? —preguntó.
—No...no lo sé —vacilé.
—¡¿Crees estar preparada para combatir a los Lituxos?! —gritó, las venas se le dibujaron en su frente y cuello por unos segundos.
Miré a mis compañeros, ¿debía decir que sí o que no?
Al momento de volver la vista hacia él recibí un golpe que me desplomó en el suelo, estaba mareada y oía un sonido chirriante en el lado golpeado.
—No puedes distraerte, ¡ellos no van a esperar a que termines de limpiarte la nariz!
Me puse de pie lo más rápido que pude, la cabeza todavía me daba vueltas pero más era el coraje que en este momento me invadía.
—Te repito de nuevo, ¿crees estar preparada para combatir a los Lituxos?
—Si, ¡si!— respondí con firmeza.
—Demuéstralo.
Empezó a golpear, bloqueaba algunos de sus golpes pero la mayoría me caían encima lastimando mis brazos y abdomen. Momentos después me encontraba agotada, él notándolo me dio un codazo en el estómago y un puñetazo en la quijada.
Caí hacia un lado, todavía estaba regulando mi respiración en un intento por levantarme. Su risa y la de los demás me sacaban de quicio pero no podía hacer nada contra él, era muy rápido y fuerte frente a mí.
—¿Te rindes bonita? —dijo agachándose y tomando mi mentón en una de sus manos.
—Nunca —repliqué con furor y una mirada desafiante.
—¿Estás segura? —pisó al propósito una de mis manos en el suelo.
—¡Asher, detente! —se escuchó una voz masculina.
—¿Te rindes? —presionó más su pie sobre mi mano mientras yo me mordía los labios procurando soportar el dolor.
—¡No! —grité en respuesta, con mi mano derecha libre le dí un golpe en su rodilla pero eso no fue suficiente para que se moviera.
—¡Asher, ya basta! —repitió nuevamente la voz.
Me soltó malhumorado, se alejó unos pasos de mi para decir:
—Ingenua, te falta mucho.
Mi mano izquierda temblaba, tenía un color rojizo e incluso estaban marcadas las huellas del calzado de Asher.
—¿Qué están mirando todos?, ¡corran una vuelta! —dijo Asher molesto.
— ¿Quién se cree que es? —se acercó a mi Alex —¿Creé que puede hacer con nosotros lo que le venga en gana?
—Definitivamente si, es uno de los mejores —dijo una chica pasando a su lado —espero que estés bien chica, que bueno que no le dijiste lo que él quería escuchar —se dirigió a mí.
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Super Humanos ©
Science FictionEn un futuro post-apocalíptico la tierra ha perecido a causa de la contaminación, aquellas personas de poder buscaron refugio entre naves y estaciones fuera de la tierra. Tristemente Lily no tuvo esa oportunidad. Después de algún tiempo esas mismas...