— ¿Es verdad lo que me dijeron?
JungKook entró a la habitación que compartía con la pelirosa que estaba de espaldas a él observando la bella vista de la luna que el gran ventanal les permitía apreciar.
Por un momento, JungKook no quiso creer en los mensajes de ese número anónimo el cual explicaba con sumo detalle que su novia le había sido infiel aquella noche en hongdae.
Tenía la esperanza de que Aeryn le negara todo, que ella no era ese tipo de persona.
Confiaba en que sólo eran personas envidiosas intentando arruinar su relación.
Pero un mal presentimiento le hacía dudar.
Aeryn suspiró, mordiendo su labio inferior con nerviosismo. Sabía que debía dejar de ser una cobarde y hablar con la verdad, aunque eso le costara su relación.
— Sí.. es cierto —comenzó a asentir pesadamente con su cabeza, girándose con cierta vergüenza hacia JungKook.— Y-yo realmente no sé por qué hice eso, desde que ocurrió no hay día en el que no me aborrezca y.. me detesto tanto por eso..
El rostro de JungKook era inexpresivo, pero sus ojos hablaron por él. La chica se dió cuenta como los ojitos de JungKook se cristalizaban y ya no portaban ese brillo característico que sólo se presentaba cuando estaba con ella.
Ya no había nada.
JungKook sentía su corazón ser pisoteado de las formas más crueles y largas posibles, realmente sentía como si su corazón estuviera roto. Su pecho dolía, el aire le faltaba, sentía morir en vida.
— ¡Fue un error! —Aeryn se apresuró en decir, avanzando hacia JungKook con miedo a su rechazo. No soportaba verlo así y saber que ella era la causante de su estado.— Escucha.. fue un error, no fue importante para mí..
— ¿Nada?
— Nada —dijo entre lágrimas, entrando en una desesperación por llegar a perder al chico dueño de su corazón.
JungKook rió secamente, dejando caer a duras penas unas lágrimas.
— Eso suena peor, Aeryn. Dime ¿Alguna vez algo fue importante para ti? —cuestionó dolido.
— Dios, claro que sí... —apretó sus labios, callando sus sollozos.— T-tú siempre has sido importante-
— ¿Cómo esperas que crea en tus palabras? Tus actos me han dejado en claro que nuestra relación te vale una mierda.
— No, no, eso no es así. J-jungKook, te amo..
— No, no lo haces. ¡No digas eso! no tienes ni la menor idea de lo que es amar.. ¡No tienes ni puta idea de lo que significa amar a otra persona, Kim! —gritó exaltado, expulsando su sufrimiento a través de su hablar. El azabache sentía que su cabeza explotaría junto a su corazón, ambos dolían como el puto infierno.
— JungKook... —sollozó. Sabía que se merecía todo eso y más pero no quería aceptar las consecuencias de sus actos.
— ¡Cuando realmente lo haces, prefieres morir que lastimar a esa persona!
— Y-yo... JungKook —tomó entre sus temblorosas manos el rostro del chico, intentando que él le mirara.— l-lo siento tanto.. te amo, te amo con mi vida entera y-y tú me amas a mí. Por favor, me amas.. —susurró.
— Sí, no sabes cuanto te amo. Pero es algo que tendré que superar. Por mucho que me cueste lo haré, te olvidaré, Kim Aeryn.
La voz de JungKook de a poco se iba tornando apagada y rota hasta acabar en un inaudible sollozó.
Quitó las manos de su ahora ex-novia y dió media vuelta decidido a abandonar ese apartamento que fue el fiel espectador de toda su historia como pareja.
Cada tacto, cada beso. Incontables noches de llanto, risas, mimos, amor. La primera vez que no sólo se unieron físicamente, también entregaron sus corazones prometiendo que el otro lo cuidaría más que a su propia vida. Cada recuerdo estaba impregnado en los rincones de aquel lugar, cada recuerdo se quedaría ahí, así como el corazón de JungKook.
Aeryn al verle irse supo que ese era el fin, que no habrían segundas oportunidades para enmendar sus errores. Lo hecho, hecho está.
A pesar de querer detener al chico que ama, sabía que no sería justo para él, él no merecía eso. Tan sólo lo dejó ir, pidiéndole al cielo que por favor él encontrara a la persona que cuidaría por siempre su corazón.
Ya no había vuelta atrás.
disculpen cualquier falla ortográfica.
—cc.
