BRISA
Me remuevo entre las sábanas buscando la posición más cómoda para seguir durmiendo, a pesar de que entra el sol y noto su calor en mi piel, no me molesta.
Me doy la vuelta y me acurruco contra el pecho de Draco, contenta de saber que sigue aquí.
—Dormilona. —Su voz es ronca y me prece de los más sexy y tierno a la vez. Suelto un bufido y me hundo más en el colchón y su pecho. Él se ríe. —Vamos, sé que es temprano pero tienes que ir a la universidad y a ayudar a Ty en el estudio.
Niego con la cabeza y suelto un quejido. —No quiero. —Abro los ojos lentamente, y su rostro adornado por una pequeña sonrisa es lo primero que me encuentro. Es guapísimo y me guardo la imagen en la mente deseosa de poder despertar más veces a su lado. Sé que no es el hombre de mi vida, ni yo la mujer de la suya, pero eso no me impide soñar con ello.
Con pereza me deshago de las sábanas, bajo la atenta mirada de Draco, estoy totalmente desnuda y am recordar porqué no puedo evitar dibujar una pequeña sonrisa. Fue genial.
Dispuesta a levantarme de la cama ya, Draco me lo impide haciéndonos rodar por la cama y posicionándose encima de mí.
—Oye, —Me río. —¿Qué haces?
Deja un pequeño beso en mi nariz, ya es costumbre. —¿Qué harás ésta tarde?
—Después de ir a las pocas clases de la Uni que tengo, pensaba pasarme por el gimnasio para lo de las clases de defensa personal. —Respondo. —¿Por qué?
Su mirada se escurece por un segundo. —No vayas hoy al gimnasio, por favor. —Murmura acariciandome.
—¿Qué ocurre?
Me mira, debatiendo si contarme la verdad o si solamente evadir mi pregunta. Finalmente suspira. —Hoy entrego el dinero de las deudas de tus padres, será allí, prefiero que no te vean.
Le miro sorprendida, no sabía que ya los había localizado y se habían puesto en contacto para determinar la hora y el sitio.
—¿De verdad? —La incredualidad se adueña de mí. —¿Pero tienes el dinero? Era mucho, Draco.
—Eh, no te preocupes, está todo controlado. —Su sonrisa consigue tranquilizarme, y aunque tengo aún muchas dudas y preguntas decido callármelo. No sé si quiero tener las respuestas, estoy segura que no me van a gustar. —¿Vale? —Me besa.
Asiento. —Pero, quiero acompañarte, es lo mínimo que puedo hacer.
Él niega. —No, nena, es peligroso. —Quiero replicar y seguir insistiendo pero sus labios me lo impiden con un beso hambriento.
—Pero, yo quiero acompañarte... —Susurro separándome suavemente.
—Nena, lo siento, pero no. —Vuelve a besarme y me muerde ligeramente el labio inferior, a su vez roza nuestras partes íntimas y se me escapa un gemido.
Le miro suplicante, me está tentando. —Draco... —Me muevo acercándolo más a mí.
—¿Que quieres? —Entra suavemente en mí y al instante sale. Me quejo. —¿Quieres esto? —Sin ser capaz de hablar asiento con la cabeza. —Entonces ¿Serás buena y me harás caso? —Vuelve a entrar en mí.
—Sí.. —Tan rápido como respondo él empieza a hundirse más en mí dejándome totalmente extasiada. Lo único que sale de mi boca son gemidos y su nombre una y otra vez.
—Joder, cómo me gustas.
* * *
DRACO
Una sonrisa estúpida es la cara que llevo desde hoy por la mañana. El motivo es Brisa, ya no me voy a esforzar en negarlo. Me tiene comiendo de su mano y sinceramente voy a hacer todo lo que me pida y más.
No creo en el destino, y mucho menos en esa leyenda del hilo rojo, son simples chorradas, pero eso no me impide darme cuenta que la vida nos ha cruzado ya varias veces en el camino del otro, y no sé si querrá decir algo o no, pero no voy a desaprovecharlo, sólo un imbécil lo haría.
La puerta del gimnasio en la lejanía hace que regresa a la realidad, y que recuerde que es lo que estoy haciendo aquí. Borro la sonrisa de la cara y sujeto con fuerza la bolsa de deporte repleta de dinero que llevo.
Vamos a acabar con esto de una vez.
Me apoyo en la puerta del gimnasio mirado a cada lado, esperando a qué alguno de esos capullos aparezca y pueda seguir con mi vida, con Brisa, tranquilamente.
Un par de hombres, los reconozco por el tatuaje de la banda, tatuaje que por desgracia también llevo yo, se acercan despreocupadamente y con la vista fija en mí.
Antes de que se acerquen más lanzo la bolsa a sus pies. Ellos se detienen, la recogen y miran su contenido.
—Más vale por tu bien y el de tu novia, que esté todo. —Su mirada habría atemorizado a cualquiera pero no permito que me intimide.
—Entonces, ¿ya está? —Conozco muy bien como funciona todo esto y nunca es fácil.
—No. —Una voz detrás de mí hace que me sobresalte. Me giro, quedando cara a cara con ella. Ate. La miro confuso. ¿Qué hace aquí? —Cariño, ¿confundido? —Sonríe maliciosamente. —Yo maté a nuestro padre.
—¿Nuestro? ¿De qué cojones estás hablando?
Ella se ríe sin gracia. —Nuestro padre me abandonó cuando era un bebé poco después de que tu nacieras. —Su rostro está lleno de rabia y dolor. —¡Quería un heredero para su sucio negocio, creía que yo no servía! Y cuando naciste se deshizo de mí. —Su samblante cambia y me mira orgullosa. —Pero mírame, lo maté y me quedé con su negocio.
—Mientes. —Es lo único que consigo decir. Me parece todo tan surrealista, y si realmente dice la verdad esta chica está mal de la cabeza.
—Me da igual lo que creas. —Chasquea la lengua y me mira aborrecida. —No es ese el punto importante. —Me resigue el brazo con una de sus uñas largas de gel. —El caso es que, vas a hacer esos encargos, porqué sino mataremos a Brisa porqué sabe demasiado y es un cabo suelto.
—No me das miedo, más bien pena. —Escupo apartando su mano de mi brazo. —No te atrevas ni a mirarla o serás tú quién muera.
Se ríe a carcajada, y eso sólo consigue enfurecerme más. —Cariño, no estás en posición de amenacarme, ¿no crees? No me gustaría tener que acabar con la única familia que me queda. —Fingue una cara de tristeza. —Pero no dudes en que si me la juegas, te voy a enterrar al lado de tu padre.
Se aleja de mí, recoge la bolsa deportiva con todo el dinero y antes de irse con sus dos guardaespaldas, me mira de espaldas por encima del hombro.
—Ten cuidado, hermanito.
hey :)
es corto, lo sé y sé que he tardado más de lo normal en subir un nuevo capítulo, pero he estado ocupada, y por ahí.
muchas gracias por el apoyo, por leerlo y por dejar votos y comentarios ❤️
nos vemos!
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Cicatrices con tinta
Teen FictionHay dos formas de afrontar el dolor. Brisa, se ha convertido en él, y se mueve por el mundo con una gran aura de emociones que amenazan con ahogarla. Draco, se ha olvidado de quién es, y lo único que es capaz de sentir es indiferencia. Ya no disti...