BRISA
Estoy sola en el piso de Ty porqué los dos boxeadores que tengo como guardaespaldas han ido al gimnasio a entrenar porque esta noche tienen un combate, combate al cual me han invitado.
Suena el timbre. Detrás de la puerta me encuentro a mi amiga Farrah.
—Por fin llegas. —La miro nerviosa. Me he mordido cada una de las uñas de la mano y me estaba planteando empezar a morderme las del pie. No me gusta estar sola, no desde que tengo a un par de locos queriendo matarme si no pago las deudas de mis padres.
—Pues ya me tienes aquí. —Lleva consigo una gran bolsa gigante. —Llevo casi todo mi armario, tengo que verme bien para que Ty se enamore de mí. —La deja encima del sofá. —Pero antes me vas a contar porqué estás viviendo con él. —Me mira y sé que no tendrá más remedio que soltarle la bomba.
—Bien, esto nos llevará un rato. —Suspiro. —Será mejor que te pongas cómoda, amiga. —Me hace caso y se sienta en el sofá sin decir palabra. Me aclaro al garganta. —Todo empezó con la muerte de mis padres, no te lo he contado nunca pero los asesinaron. —Me gustaría haberlo dicho de otra forma, pero no conozco otras palabras para decir aquello. Su expresión pasa de la sorpresa al terror.
Finalmente, con muchas pausas y muchos: "no me lo creo" por su parte, consigo acabar de contarle como he llegado a vivir, otra vez, con Ty. Le cuento desde el asesinato de mis padres, presenciado por mí, lo de mi héroe misterioso, cómo conocí a Ty, cómo más tarde conocí a Draco, también lo de las notas y amenazas, hasta mi relación extraña con Draco.
Después de soltar todo este peso me siento mucho mejor, necesitaba que alguien más supiese lo que estaba pasando, necesitaba la opinión y los consejos de una amiga aparte de la de dos mastodontes llenos de testosteronas y violencia.
—Dios. —Murmura. —¿Cómo has podido con todo esto? Eres la persona más valiente y fuerte que conozco, Brisa. —Me abraza con fuerza. —Y encima cursando la carrera de Derecho, que no es nada fácil. —Ese comentario consigue sacarme una sonrisa. —¿Cómo es que sigues viva? Lo siento, es que estoy alucinando.
Me encojo de hombros. —Siempre tengo la sensación de que algo malo me va a suceder en cualquier momento, siento que estoy en constante peligro. —Es verdad, me siento así desde la muerte de mis padres, con el tiempo había sabido sobrellevarlo, pero con todo esto, el sentimiento ha crecido.
—Eres fuerte, Brisa, vas a salir de ésta. —La seriedad con la que me lo dice hace que realmente me crea que todo va a salir bien. —Tienes a dos boxeadores buenorros cuidando de ti, y ahora a mí también, que no estoy cachas, pero si tengo que sacar las garras no dudes en que lo haré.
Me río por la expresión de su cara, siempre sabe como animarme y aligerar el ambiente, es muy parecida a Ty. Son seres de luz llenos de bondad.
—Y ahora, —Alza la gigantesca bolsa. —Vamos a elegir que ponernos para dejar con la boca abierta a todo aquel que se cruce en nuestro camino. —De un salto de se levanta del sofá.
Quiero recordarle que vamos a un combate y no a una discoteca de las suyas, pero la veo muy feliz, y arreglarse de vez en cuando no hace daño a nadie.
* * *
—Realmente se me da bien esto. —Analiza mi cuerpo. —Estás de infarto, amiga.
Me miro en el espejo de cuerpo entero sintiéndome muy cómoda con el resultado. Nunca he sido de arreglarme, y mucho menos de maquillarme, y por ello me da miedo dejarme en manos de Farrah que es todo lo contrario. Pero por suerte, mi amiga resulta conocerme muy bien y ha sabido combinar mi estilo con su glamour.
ESTÁS LEYENDO
Cicatrices con tinta
Fiksi RemajaHay dos formas de afrontar el dolor. Brisa, se ha convertido en él, y se mueve por el mundo con una gran aura de emociones que amenazan con ahogarla. Draco, se ha olvidado de quién es, y lo único que es capaz de sentir es indiferencia. Ya no disti...