Ya no llores más mi vida, que solo curará tu herida. Fuerte tiene que ser, por ti y por el bebé.
Cuando vivía en Indianápolis, supe lo fácil que es juzgar a una persona sin saber absolutamente nada, que se dejan llevar por la apariencia y rumores que los demás hacen creer.
Me di cuenta que para ellos es fácil hacer prejuicios, señalar y cuchichear sin importar por lo que uno esté pasando.
Pase de tener todo a quedarme sin nada... se esfumo como las cenizas. Tuve que aprender a vivir mis últimos días; bajo críticas negativas, sin que a ninguno le importará si yo escuchaba o estuviera presente, se limitaban a estar ahí, siendo una tortura para mí porque me habían dado una reputación que no busqué.
Lo único que pedía era que alguien estuviera conmigo para poder desahogarme, para dar la versión de lo que había pasado ese día y que se limitaron a esparcir un rumor totalmente falso. Quería unos brazos para reconfortarme, aunque me mintiera y dijera que iba a estar bien, pero nunca nadie lo hizo.
— Tan joven y cargando una enorme responsabilidad.
— Mírala, parece una vagabunda... ¡Aléjate de aquí!
— Lo-lo siento...— tartamudeé apenada por las miradas curiosas de las personas cercanas.
— Toma y vete de aquí.— extendió unos cuantos billetes hacia mí pero evadiendo cualquier tipo de contacto.
— Muchas gra...
No pude terminar porque cuando levanté la cabeza, ellas se encontraban alejándose como si me tratase de una bacteria contagiosa.
Lily, eructa sobre mi hombro mientras me encuentro inconscientemente dando suaves golpecitos con mi mano en su espalda, ella se retuerce desentumiéndose de estar en la misma posición.
La recuesto sobre el colchón acariciando su pequeña cabeza con delicadeza, y tristemente siempre es así; dejándola en mis brazos solo lo necesario, temiendo que por algún descuido pueda tumbarla y herirla, sé que mientras más lejos se encuentre de mí... menos dolor podré causarle.
Estos días, mi nana pudo tener el privilegio de sacarla fuera de la habitación hacia el jardín, inevitablemente, cada día se formo un nudo en mi garganta y en el estómago, apretándose con fuerza cada vez que las vigiló desde la ventana, escondida en un costado de la cortina solo con mis ojos recibiendo los rayos solares desde mi refugio de protección.
— Hola.— ingresa con una bandeja de comida en sus manos.
— Hey.— saludo, cepillando las hebras del cabello castaño de Lily.
Mi nana cautelosa, se acerca dejando la bandeja sobre el colchón sin apartar la mirada de la pequeña revoltosa, sus ojos resplandecen cada vez que la mira, tal vez y solo tal vez, Liyana sea la única luz que le de claridad a esta casa.
— La has bañado.— junta sus manos a la altura de sus labios.
Aprieto mis labios en una estrepitosa sonrisa.
— ¿Has pensado en lo que te dije?— cuestiona con un toque de esperanza ante la respuesta que vaya a darle.
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Nebulosa© #2
ChickLitPentalogía "Inmarcesible" #2 Mollie nunca imagino que ese día sería cazada por unos jóvenes universitarios solo por diversión, una sola noche basto para que todo en ella quedará destrozado. - Acabaron con mis sueños, y me consumieron. ¿Puedo volver...