Sweet baby - Ondreaz Lopez

Capítulo número 33

Mave POV'S.

— ¿Y tú que miras? — Preguntó Ondreaz de forma amenazante a un chico que pasaba caminando y nos miraba.

— Ondreaz ya.

Habíamos venido al cine ya que habíamos quedado hace unos días, pero cada chico que pasaba cerca nuestro Ondreaz solamente lo miraba como si quisiera matarlo.

Compramos palomitas y me dirigí a entregar nuestros boletos, mientras esperaba a Ondreaz que salga del baño.

Veríamos "Anabelle 3", una película interesante.

— Hola Mave.— Escuché que dijeron, me giré y me encontré con mi compañero de clase, Daniel, con una sonrisa muy grande.

— Hola Daniel.— Susurré devolviéndole la sonrisa.

— ¿Vas a ver Anabelle? Dejáme decirte que es una película muy buena.

— Seguramente lo será, la estoy esperando hace tiempo.

— Si, aveces me recuerda a cuando fuimos al campamento, y estaba la muñeca de la señora Patrick.

— ¡Por dios! ¿Lo recuerdas?— Pregunté entusiasmada.— Creo que esa era la muñeca más aterradora que había visto en mi vida.

— Y Travis se acercó a tocarla, pero cuando vio que se movió salió corriendo como nena.— Reí a carcajadas junto con Daniel, él siempre era muy gracioso.

— Aquí estoy.— Escuché su dura voz.

— Oh ¿Ya tienen novio? — Preguntó Daniel entrometido.— Hola, soy Daniel, no puedo creer que Mave tenga novio.

— Hola.— Respondió mirándolo fijamente.

— ¿Hace cuanto están? — Preguntó. — ¿Travis lo sabe? Creo que se moriría si se entera.

— Ya debemos entrar. — Respondí con incomodidad.

— Claro, lo siento, que lo disfruten.

Cortó los boletos y nos los devolvió, entramos a la sala y nos colocamos atrás de todo, para tener una mejor vista (Según Ondreaz).

La película ya llevaba al rededor de unos 30 minutos, mientras que yo comía palomitas muy entretenida, Ondreaz simplemente tenía la mirada perdida. Ni siquiera estaba mirando la gigantesca pantalla frente a nosotros.

— ¿Estás bien?— Le pregunté tocando su brazo, él se corrió levemente.

— Estoy bien.— Respondió de forma cortante.

Si algo había notado es que Ondreaz se ponía celoso por absolutamente todo. Y lo entiendo, a él lo traicionaron, no digo que esté bien que desconfíe de mí, pero comprendo que tenga miedo. Yo igual lo tengo.

Agarré su mano y entrelacé sus dedos con los míos. El suspiró y me acerqué a él, besé su mejilla y recosté mi cabeza en su hombro.

El parió relajarse ya que con su mano libre comenzó a acariciar mi cabello de forma pausada.

Después de esa genial película, fuimos a comer algo a un restaurante de comidas rápidas.

Estábamos haciendo la fila para pedir lo que comeriamos, mientras que hablaba animadamente con Ondreaz, en un momento él tomó mi rostro y me besó. Apretó sus labios contra los míos para comenzar a moverlos y colocar una mano en mi cintura.

Coloqué mis manos en su nuca y le seguí el beso. Comenzamos una pequeña danza de bocas, cuando estaba por introducir su lengua, un sonido llamó nuestra atención e hizo que nos separemos.

Era su celular, estaba sonando, él se separó de mi, no sin antes dejar un casto beso en mis labios y mostrarme una sonrisa triunfante.

Se alejó un poco para responder su llamada, y yo pedí lo que comeríamos, ya que era mi turno en la fila.

Cuando nos sentamos en el patio de comidas, comenzamos a hablar nuevamente.

Era interesante el hecho de que Ondreaz tenía siempre diversos temas de conversación para hablar.

El rodó los ojos y suspiró.

— Sólo ignóralos.— Susurró.

— ¿Qué?— Pregunté sin entender.

— ¡Ondreaz, amigo!— Dijo un chico de cabello rojizo llegando a nuestro lado, a su lado venía un chico de cabello negro.

— ¿Qué hay lindura?— Preguntó el morocho colocando su mano en mi hombro, me alejé rápidamente.

— No la toques.— Dijo Ondreaz con irritación. — ¿Qué demonios quieren? Les había dicho que quería unas vacaciones en paz.

— La respuesta es que no sabíamos que vendrías a Florida y con una belleza tan exótica.

— ¿Por qué se dedican a molestar gente?— Preguntó un chico rubio ¿En qué momento había llegado a nuestro lado?— Oh, Ondreaz.— Su mirada se dirigió a mí y sonrió.— Hola, lamento la interrupción.

— Hola Derek.

— Hola.— Susurré.

— Nathan, Jake, al auto, ahora.— Dijo el rubio con un tono áspero.

Los chicos le hicieron caso y se fueron casi corriendo.

— Lamento si te molestaron, suelen ser unos entrometidos. — Dijo rodando los ojos.— Pero los castigaré. Adiós.

¿Qué demonios?

El chico se fue dejándome totalmente confundida. Miré a Ondreaz y él tenía una mirada incómoda.

— ¿A qué se refería con castigar?— Pregunté.

Él soltó una carcajada y me miró a los ojos y noté que se oscurecieron un poco más.

¿Acaso eso era posible?

— Ya verás lo que es un casitgo.— Susurró.

Si hay faltas de ortografía haganmelo saber.

xoxo 💗🍉