Capítulo número 37

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Mave POV'S.

— ¿No te meterás?— Me preguntó Mark mientras se sentaba a mi lado.

— No, estoy intentando broncearme.

— Una vez leí que para broncearte tienes que hacerlo durante la mañana.— Me comentó.

— ¿De qué hablas?— Pregunté. — El mejor sol es el de la tarde.

— En teoría si, pero es más peligroso.

— No te preocupes, utilizo protector solar.

— De igual manera podrían salirte manchas o agarrarte cáncer de piel.— Dijo.— Tendrías que tener más cuidado.

Rodé los ojos, pero me di cuenta de que Mark no podía verme, ya que llevaba puesto lentes de sol.

Dirigí mi vista a la piscina y vi claramente como Bryce empujaba a Josh debajo del agua, ahogándolo.

Bryce no aprende más, se comporta como un maldito niño.

Anthony miraba la escena con gracia mientras reía con Jaden. ¿Acaso no se preocupaba por su novio? Bryce es demasiado peligroso.

— ¡Mave ¿Quieres algo de beber?!— Me gritó Quinton, desde la puerta de la casa.

— ¡Un jugo de manzana!— Le respondí de igual manera.

Quinton entró a la casa y luego de unos segundos, salió con varias latas de cerveza, algunas gaseosas y mi jugo.

Cuando llegó a mi lado me lo entregó y sin dudas lo bebí, estaba realmente sedienta, el sol me daba mucho calor.

Después de beber el jugo, me levanté, y caminé hasta el borde de la piscina. Ondreaz, el cual estaba sumergido en esta, al salir a la superficie me miró y se acercó a mi.

— ¿Vas a meterte?— Me preguntó fingiendo desinterés.

— ¿Quieres que lo haga?— Pregunté.

— No lo sé, aún estoy enojado contigo.

— Y ahora ¿Por qué te enojaste conmigo?

— Me negaste nuestra relación frente a Noah.— Dijo entrecerrando los ojos.

— ¿Qué querías que le dijera?— Respondí.— Tú y yo no somos nada y lo sabes. Si tuvieras el maldito valor de pedirme salir contigo o ser tú novia no tendríamos estos problemas.

— ¿Quieres ser mi maldita novia?— Preguntó furioso.

— La pregunta es si tú quieres ser mi maldito novio.— Dije fastidiada.— Porque te comportas como un imbécil.

— Quizás me comporto como un imbécil porque tú me tienes imbécil, maldita hermosa hecha por los ángeles y el mismo demonio.

Asimilé todo lo que había dicho y no pude evitar reírme a carcajadas.

Estiré mis brazos y el se posicionó entre mis piernas, ya que estaba sentada en la orilla con las piernas en el agua.

— Ya dejemos de pelear.— Susurré.

— Me sacan de quicio todos estos imbéciles que están atrás tuyo.— Gruñó colocando sus manos en mi cintura.

— No hables así de ellos.— Dije acariciando su cabeza que se encontraba en mi estómago. — Son nuestros amigos.

— Lo sé es que...— Lo interrumpí.

— Sólo calláte.— Le dije levantándo su cabeza con mis manos, me acerqué un poco a él y dejé un suave beso en sus labios.

Sweet baby - Ondreaz LopezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora