Artemisa y Orión - Fanfic de Lore Olympus

Las Hermans del Destino

Artemisa se encontraba inconsolable, ella y sus ninfas, velaron la pira de Orión hasta que el cuerpo se consumió por completo. Dibujé a Orión y al escorpión en el firmamento, Artemisa me agradeció, pensó que era un tipo de homenaje al mortal. Con el tiempo la historia de Orión recorrió el mundo, se convirtió en un héroe trágico. Artemisa le pidió a Hermes que buscara a Orión en el Hades. Tiempo después llegó la noticia que se encontraba en los campos Afódelos, Artemisa se lamentó de que no le alcanzó el tiempo para convertir a Orión en un héroe merecedor de pertenecer a los Jardines del Eliseo.

   — No te lamentes — dijo Hermes — lo vi muy feliz cazando a lo ciervos espectrales. Hará lo que mas le gusta por toda la eternidad. Ademas, aunque suene mal, sino fuera por su final, él habría muerto sin ser recordado y ahora su historia esta en el cielo.

   — Si, creo que eso me queda de consuelo — dijo Artemisa, sus ojos se encontraban apagados — No se si te conté per él me propuso matrimonio. No iba aceptar su propuesta.

   — Lo sé.

   — Él me dijo que quería estar conmigo toda su vida y que no deseaba la inmortalidad ¿crees que me hubiera dolido mas perderlo de viejo después de una vida juntos, o como lo perdí, yo matándolo? — Artemisa comenzó a llorar.

   — Las cosas que jamás ocurrieron nadie las sabe, ni siquiera las moiras — Dijo Hermes.

El Dios mensajero no encontraba la forma de reconfortar a su amiga, lo único que podía ofrecerle era su compañía. Hermes se alegraba de que la diosa no estuviera sola, Apolo desde el incidente se había vuelto mas cercano a su hermana, que nunca antes.

   — Hablando de ellas — continuó Artemisa — No he podido tomar mí arco desde entonces. No puedo continuar así, mañana iré con las Moiras, para ver porque mi puntería falló ese día. Tal vez puse mi pie mal o mi hombro se inclinó un poco.

   — Si eso te sirve, te acompañaré mañana con ellas. Solo quiero que vuelvas a ser la diosa que me grita cada vez que entro a la casa con los zapatos sucios o me quito la camisa en público.

Al día siguiente cuando llegaron con las hermanas del destino, le dijeron a Artemisa que había cinco  recuerdos de aquel día. La diosa preguntó que si también guardaban los recuerdos de los animales. Ellas dijeron que no, que los recuerdos almacenados que tenían eran: el de Orión, Apolo, el de bóreas, el de ella y el mío. Lo que sucedió después es otra historia, pero, cuando me interrogaron a mi sobre lo sucedido solo dije la verdad, y si tienen curiosidad solo les dire que este no fue el único crimen de Apolo que se reveló por mi indiscreción.