Apuesta

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Había una ves un hombre impresionado que volaba su cometa, pero se le acabo el tiempo y se quedo sin palabras por lo que le dio por hacer piruetas lo cual le dio hambre, por lo que se dirigió a un restaurante chino a comer pan solo mientras veía la televisión, apostó con el hombre de al lado... en fin perdio su carro.
                   Lingüini

Historias absurdas para entretener cuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora