•10 | Un negro colosal.

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«La lluvia otorga vida, pero por más que me moje en ella, no me concede el beneficio de querer existir »

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«La lluvia otorga vida, pero por más que me moje en ella, no me concede el beneficio de querer existir »

La ciudad de Ottawa es maravillosamente hermosa, su estructura, la gente, la cultura, todo le otorgan un encanto que Kim Taehyung no supo apreciar cómo se debía, al ser este sitio un escape, una huida demasiada perfecta para su momento de desesperanza con respecto al amor no correspondido por aquel muchacho azabache de ojos demasiado brillantes que ha dejado atrás... O ha intentado desesperadamente.

No es que considere al país abiertamente su hogar, ya que cree que las personas que se ven en la obligación de buscar otros caminos diferentes por diversos motivos, siempre mantendrá a su país de nacimiento como su único hogar durante toda la vida; es solo que agrade haber escogido tan sabiamente su destino para cumplir una de sus mejores etapas.

El ser escritor, el ser amante de la vida, el conocer personas en cuerpo y alma, el relacionarse tan profundamente con la naturaleza, con su «Yo» que no había intentado nunca conocer, comprender. Justo en este momento se ha otorgado el plácido bienestar interno de vivir un día a la vez. No le permite a su mente volar demasiado lejos, ni demasiado cerca. Un término medio bastante decente para su tranquilidad.

Aunque no ha gozado de demasiada tranquilidad últimamente debido a la finalización de su último libro.

—Esto es mortificante—se queja—. ¿Por qué sigues en mis pensamientos tan insistentemente? ¿Jamás me dejarás en paz? Se supone que tenemos una promesa, en la otra vida, será—farfulla distraído, observando el río Ottawa que está justamente frente el lugar que ocupa inmediatamente.

Su mano derecha lleva hasta sus labios el vaso corto que contiene Whisky, saboreando la bebida alcohólica un segundo después sin demostrar ningún tipo de perturbación por los nervios que se van arremolinando en su interior.

Las luces de las construcciones del frente brillan a través de la parcial oscuridad que la naciente noche comienza a dejar, el silencio de la habitación es emprendido, la calefacción ayuda a que no siente ni un poco del frío que sabe azota las calles sin dar esperanza aquellas personas que odian abrigarse.

Su traje, no demasiado elegante, calza perfectamente en su cuerpo que sigue gozando de las proporciones normales desde que tiene consciencia. Sí, quizás la piel de su cadera esté un poco resentida por haber comido de más en alguna oportunidad hace tiempo atrás, pero justo ahora no queda más que líneas blanquecinas que son parte de su historia por el mundo. Su cabello castaño liso, sin verdadero encanto, está fijo a los lados dejando al descubierto su frente, su rostro limpio, terso, quizás con algunos signos de estrés hacia los lados de sus ojos, pero con aquella belleza que deja sin aliento a demasiadas personas.

Un elegante hombre que vive por las letras, que enseña lo diverso, profundo de su interior incomprendido a través de escritos que no pueden satisfacer a todos, pero que intenta dar aliento a algunos.

Antes de despertar ¹ | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora