↜ᴡᴀʟɢᴇʟɪᴊᴋᴇ ᴠᴇʀʀᴀꜱꜱɪɴɢ {14}↝

195 36 0
                                    

ᴡᴀʟɢᴇʟɪᴊᴋᴇ ᴠᴇʀʀᴀꜱꜱɪɴɢ=ꜱᴏʀᴘʀᴇꜱᴀ ᴅᴇꜱᴀɢʀᴀᴅᴀʙʟᴇ

✥------- [♱] -------✥

ʏ ᴇɴ ᴇʟ ᴘᴀʟᴀᴄɪᴏ

Chittaphon se hallaba en su habitación después de un largo y tedioso viaje que le había costado su voz, la cual ahora estaba ronca debido a los constantes gritos que dio durante todo el trayecto. Ahora estaba en su morada privada, bebiendo un poco de té para desinflamar su garganta mientras esperaba que el siervo personal que Haechan había asignado para su persona llegara.

Aún le extrañaba pensar en la idea de que otros humanos como él le servirían ya que no estaba acostumbrado al lujo ni a las comodidades. Prefería estar en su hogar, haciéndole compañía a su hermana y a su dulce madre cuyo estado era todavía desconocido para él; extrañaba Vescana con todas sus fuerzas. Pero no podía negar que la holgura de palacio era bastante agradable también.

Ahora tenía que prepararse para cumplir con lo que él consideraba como otro de los innumerables caprichos del rey, que lo mantenía preso en las paredes de su gran alcázar por así decirlo. No deseaba salir, ni tampoco complacer a otros pero debía hacerlo y sobre todo acceder a todo lo que se le solicitara. De forma súbita, las puertas de su dormitorio se abrieron permitiéndole el acceso a alguien a quien nunca pensó que volvería a ver.

―¡Yuta!― gritó el pelinegro con una sonrisa, para luego encaminarse rápidamente hacia el recién llegado quien ahora tenia un vestido muy distinto al que poseía la última ocasión en la que lo vio.

―¡¿Chittaphon?! Yo pensé que tu estabas muerto o que alguno de los nobles de palacio te había comido, porque nunca volví a saber de ti. Aunque bueno, estando en prisión es muy difícil que las noticias lleguen porque los guardias nunca le informan nada a los prisioneros a menos que vayan a matarte― contestó Nakamoto; sumamente sorprendido.

―En serio aún sigo sin poder creer que estas bien. Yo también creí que nunca te volvería a ver pero... ¿Qué haces aquí?― cuestionó el de nariz respingada; curioso.

―Un tal Donghyuck me asignó para servirle al nuevo favorito del desgraciado rey que arruinó nuestras vidas. Sin embargo supongo que el chico se equivoco a menos que...― el susodicho se detuvo por unos escasos segundos, para luego abrir sus ojos enormemente mientras observaba al contrario ―¿¡TE CONVERTISTE EN EL NUEVO FAVORITO DEL TIRANO!!?― interrogó ahora mucho más impresionado que antes.

―Digamos que sí... Aunque ese tipo me da escalofríos, solo con ver su mirada mis vellos se erizan. incluso he visto su forma dragón en carne propia y debo admitir que es enorme. No quiero pensar en eso, ahora debo arreglarme o sino estaré en problemas con él―replicó Ten entre un suspiro pesado, para luego ir hacia uno de los muebles y sacar cajas repletas de joyas sin mencionar las costosas telas que estaban tendidas sobre la cama.

―Mira no sé para que me ordenaron que hicieran estas cosas, pero lo bueno es que se trata de ti además no quiero que pierdas la cabeza porque no te pude arreglar como se debe. Así que ponte cómodo y deja que yo haga el trabajo― manifestó el recién llegado, mientras buscaba los instrumentos que necesitaba para asegurarse de que Chittaphon estuviera impecable. 

―Espera ¿Sabes lo que haces?. No quiero que me maten porque no supiste qué hacer con mi persona― preguntó el de nariz respingada, con cierta preocupación en su voz.

ᴍᴏɴꜱᴛᴇʀ ᴩᴀʀᴀᴅɪꜱᴇ ➻ ᴛᴀᴇᴛᴇɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora