One-Shot's KatsuDekuFem

Fiesta De Té.

-Katsuki niño x Izuku niña.

-AU preescolar.

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La pequeña pecosa jugaba muy feliz
en su habitación con sus muñecas en la hora del té.

—El té está muy bueno, señorita Izuku.— con voz fingida hablaba tratando de darle vida a la muñeca.

—Muchas gracias, señorita Hana, el postre pronto estará listo— decía la pequeña quien tomaba té imaginario y levantada su pequeño meñique.

Su mirada se perdió hacia la nada, como deseaba tener por lo menos una amiga, pues en el vecindario ninguna niña le hablaba, y en el jardín menos, se sentía sola.

Miró a su lado, como All Migth también tomaba el té, una pequeña figura de acción.

—Deku.

Entró a su cuarto su amigo, quien al ver a Deku jugar al té mucho más curioso se acercó.

—¡Kacchan! ¿Qué haces aquí?

—¿¡Cómo qué a qué!? ¡Vine a jugar, tonta! ¿Qué estas haciendo rodeada de estas cosas?

—¡Kacchan no seas grosero! ¡Son invitadas!

—¿Eh?— exclamó al no comprender a la niña.

—¿Por qué crees que tengo mi vestido? Es una fiesta del té. Y no estas invitado si no vienes formalmente.

—¿¡Qué quieres decir!? ¡Es la ropa que siempre uso!— con molestia decía, pues la pequeña lo estaba hechando de su habitación.

—Mm, ¡Ya sé!

Izuku se paró de su pequeña silla y fue hasta a su tocador, abrió un cajón y sacó un listón negro. Se acercó a Bakugo y le colocó el listón, haciendo un deforme mostacho.

—¡Listo! Ahora sí puedes venir a la fiesta del té.

—¡Sí!— emocionado tomó asiento en medio de dos muñecas, Izuku le pasó una pequeña taza y con su tetera le sirvió té imaginario. —¿Y que se hace aquí?

—Solo tomamos el té y esperamos que el pastel esté listo.

—¡Esto es aburrido!

—¡No lo es! ¡Hana me cuenta como su esposo le compró un nuevo vestido!

—¡Mucho más aburrido!

Izuku infló sus mejillas molesta.

—¡Bien, yo soy el hombre, así que tengo que fumar!

—¿Eh?

—¡Si! Mi viejo lo hace, así que yo también puedo.

—Pero aquí no hay cigarros.

—Por eso no te preocupes, tonta.

Se paró de la pequeña silla y fue hacia el escritorio, donde tomó hoja y tijeras.

Izuku lo miraba curiosa, pues Kacchan comenzó a recortar una hoja y doblarla, de modo que un pequeño tubito se formó, finalmente pegó la orilla con un poco de cinta transparente.

—¡Listo!— volvió a tomar asiento y colocó el pedazo de papel en su boca, y comenzó a soplar, pues no sabía cómo usarlo.

—¡Wow, Kacchan!— asombrada decía la pequeña. —Bien, vamos a jugar.

Y así, los dos comenzaron a jugar animadamente, donde hablaban de cosas de adultos, y donde la señorita Hana peleaba con Kacchan, pues resulta que Hana y Kacchan eran hermanos y peleaban por los derechos de la casa de sus padres.

Pero después de un rato se olvidaron de la fiesta y ahora ambos jugaban en la pequeña mesa con la plastilina, haciendo pasteles o cualquier cosa.

Pero después de un rato los dos salieron de la habitación y fueron a la cocina por un bocadillo, donde Inko al ver que tenían hambre los sentó en la mesa y les sirvió un vaso de leche con un pedazo de pastel de chocolate.

—¿A que jugaban, niños?— con dulzura pronunció Inko.

—Superé a los cigarrillos y me quedé con la casa de mis padres dejando a mi hermana en la calle.— dijo para después tomar un trago al vaso de leche. Inko lo miró confundida.

—¡Si mamá! ¡Y yo Preparé el pastel!

Inko sonrío con dulcura al ver a la pareja de niños hablar de su día.