One-Shot's KatsuDekuFem

Complejo De Edipo.

-Incesto.(Madre e hijo)

-Somnofilia.

-Universo alterno.
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Era tan perverso y enfermizo.

No había necesidad de que alguien se lo dijera, el lo sabía muy bien.

Era la locura de amar y desear profundamente a su propia madre.

Sabía que no estaba bien, que no podía celar a su madre, no tenía el derecho de impedir que saliera con otras personas, pero le era inevitable.

Amaba a su madre y no de esa forma, la amaba con locura desde que tiene memoria.

Su dulce madre, esa mujer a las edad de catorce años lo trajo a la vida, y su padre huyó como un maldito cobarde, así que nunca lo conoció y no le interesaba conocerlo.

Y Katsuki Midoriya creció con su abuela y madre, las mujeres más importantes de su vida.

Cuando nació, su abuela con alegría lo recibió, su madre siguió estudiando hasta acabar su carrera universitaria y así comenzó a trabajar, donde ahorró por mucho y así se consiguió un apartamento donde vivió con su hijo, su pequeño Kacchan, pues no quería que su madre se viera involucrada en cuidar a su hijo.

Izuku trabajaba desde casa como escritora, así que pasaba mucho tiempo con su pequeño.

Y ahí el problema, de pequeño Katsuki nunca se separaba de su mamá, lo que hizo que desarrollara un actitud bastante agresiva.

A Katsuki nunca le faltó nada, Izuku siempre encontraba la manera de complacer todos sus caprichos. Pero había algo que desde niño a Katsuki le cabreaba.

Su querida madre era tan hermosa, que nunca faltaron los idiotas que quisieron algo con ella. Y como buen hijo el se encargaba de espantar a los pretendientes, sabía que era egoísta, pero solo eran ellos dos, y nada podría cambiarlo.

A los catorce años Katsuki se dio cuenta de sus sentimientos, y si es sincero se asqueo de si mismo, tantas veces que peleó con sus compañeros por ver o hacer comentarios de lo bella que era su mamá, o lo que le molestaba y lo hacía explotar, hacer comentarios de doble sentido sobre ella.

Y ahora a sus diecisiete años, su madre era la mejor fantasía para masturbarse.

-Escuchen idiotas, iremos a mi casa, pero si escucho algún comentario, se las verán conmigo.

Los presentes sin saber a que se refería su amigo, solo asintieron.

La casa de su amigo era enorme y lujosa, sabían que el chico vivía solo con su madre que no conocían, y al ver la manera de actuar del rubio mucha curiosidad les daba.

-¡Deku, llegué!- gritó, y al poco tiempo una mujer bajó apresurada las escaleras.

Y en ese momento los chicos comprendieron.

Aquella mujer era toda una belleza.

Llevaba un pequeño short con una blusa normal y algo grande, al verla bajar con alegría y recibir a su querido hijo.

-Kacchan, mi amor, ¿Cómo te fue?- ignorando los reclamos de su hijo, se abalanzó hasta el llenando su cara de besos. -¿Son tus amigos?- con dulzura dijo la pecosa al notar a los tres chicos parados en la entrada.

-Mu-mucho gusto...- nervioso Kirishima saludó cortésmente.

-¡Pasen!- la pecosa invitó, Katsuki comenzó a ver mal a Kaminari quien sus ojos estaban el pecho de su madre.

Izuku se dirigió a la cocina para preparar bocadillos a los amigos de su hijo, Katsuki al ver que su madre desapareció le dio un fuerte golpe a la cabeza de Denki.