One-Shot's KatsuDekuFem

Masaru

-Universo original

-Inspirado en el episodio de Malcolm el de enmedio titulado "Malcolm defiende a Reese"

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Masaru Bakugo, era un hombre respetable que se encargaba de ser un buen padre para su único hijo.

Sin embargo algunas cosas se les salía de las manos.

Ambos hombres caminaban por aquel super mercado, con el objetivo de buscar lo que Mitsuki les había encargado para la cena.

Sabe que solo es un truco de su esposa para que el mayor pase mejor tiempo con el adolescente explosivo, ya que desde que este entró en UA, sus encuentros son pocos al igual que sus conversaciones.

Al salir del lugar ya con bolsas en manos, el hombre mayor observó como su hijo dejó de caminar inesperadamente, su mirada se enfocó al frente, donde una joven muy conocida venía a ellos.

—¡Kacchan! ¡Señor Masaru! No esperaba encontrarlos aquí.— habló amable la chica.

—Deku.— seco dijo Katsuki.

El señor Bakugo conocía muy bien a la dulce Izuku, ese niña que jugaba con su hijo, al igual que este gustaba de ella en su niñez.

Observó a su hijo, que sólo miraba a Izuku hablar.

No era tan ciego para deducir que aún le gustaba.

Finalmente la chica se despidió y retomaron su camino, Masaru tardó en sacar la conversación.

—Izuku es toda una señorita ahora.— se encargó de decir, prestando atención en las facciones de su hijo.

—¿Deku? Sigue siendo una idiota.— Tal vez su hijo no era un galán con las chicas.

Sin darse por vencido intentó de nuevo, esta vez llendo directo al grano.

—¿Te gusta?— soltó sin más.

Y a su lado el adolescente explotó.

—¿¡Qué!?

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Al final no puedo sacar mas el tema con su hijo, pues este casi le explota la cara de lo apenado que estaba.

Pero no se daría por vencido, haría lo imposible para que su hijo conquiste a la dulce Izuku, o dejaría de llamarse Masaru Bakugo.

Sin previo aviso entró a la habitación de Katsuki, quien por el estruendo de la puerta se paralizó, llevando su mano a su pecho agitado.

—¿¡Pero que demonios te ocurre viejo!? ¡Casi me matas del susto!— molesto reclamó.

—Lo siento Katsuki, pero es importante.

Sin permiso tomó asiento en el borde de la cama del adolescente, quien comenzó a reclamar que se fuera de su habitación. Sin embargo el padre no le prestó atención, estando ocupado con el teléfono de la casa en mano, marcando.

—Escucha hijo, lo fundamental para conquistar a una chica, es prestarle demasiada atención, de modo de que te preocupes por su bienestar y salud.

—¿De que carajos hablas?— confundido dijo.

—Toma.— le pasó el teléfono a su hijo, este aún sin saber que pasaba lo tomó. —Ahora mismo le estas llamado a Izuku, pregúntale como está.

Katsuki alterado ante la inesperada llamada no sabía que hacer, obviamente no estaba listo.

—Mierda, te acusaré con la bruja...— decía entre dientes muy molesto, en estos instantes y por lo nervioso que estaba no se le ocurrió colgar la llamada.