Capitulo 5

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El reloj marcaba las 11 de la noche, de aquel Jueves, las luces de la casa de Anahí estaban apagadas, la noche era demasiado fría, como siempre lo era en esa zona de la Costera, y la figura de un desconocido que pasó mucho tiempo merodeando la casa, había planeado drásticamente invadirla, el objetivo era una niña de 12 años que había visto en el parque.

Aquel individuo era Sergio, aprovechando que a esas horas las calles estaban vacías y no pasaban autos por aquel rumbo, si no en las avenidas principales.

Sergio fue muy cuidadoso para no hacer ningún ruido y subió a la ventana de los cuartos de aquella casa, evitando así que los ladridos de los perros de los vecinos alrededor escucharan y alertaran de que algo muy raro pasaba en la casa de al lado.

Estaba vestido de negro, con el mismo pasamontañas que llevaba puesto en las ocasiones anteriores.

Sigilosamente y de manera lenta, entro por la ventana, y en la habitación se encontraba dormida la madre de Anahí.

Su plan era que ella no interfiriera en sus planes así que mientras ella dormía, él ya tenía listo lo que haría. Llevaba en los bolsillos de su pantalón unos pañuelos blancos, y cuidadosamente acercó su mano hacia la boca de la mujer, y al colocarla en su boca ella despertó y se aterro al ver al intruso sobre ella, entonces él le hizo una señal de que se quedara callada, colocó en su boca uno de esos pañuelo, amarro sus manos en la cabecera de la cama, su piernas también las amarro a la cama, y la amordazo con el mismo pañuelo que había colocado en su boca.

Fue entonces que ella trataba de soltarse y gemía con horror, pues al ver salir a aquel individuo de la habitación, era probable que le rogaba para que no le hiciera daño a su hija.

Pero fue demasiado tarde.

Anahí estaba dormida de manera profunda y no escuchó el ruido de su madre en la otra habitación. Sergio había logrado su objetivo, al verla dormida le tomo una foto con su celular.

Entonces, poco a poco se fue acercando a ella, quitándole lentamente su cobija, la niña se había movido levemente, abrió un poco los ojos y vio una sombra extraña de un desconocido, cuando miro con claridad al individuo que estaba en su habitación, ella se asustó y dio un breve grito, Sergio le cubrió su boca y se subió a la cama con ella, y coloco su otra mano en su cuello, luego comenzó a acariciar su cuerpo y abusar de ella, no se sabe mucho lo que le hizo exactamente, pero cuando terminó de hacerlo la dejo inconsciente, no fue sin antes también abusar de la madre, pues había quedado en su cama llorando y gimiendo pues probablemente escucho cuando la niña grito, era probable que se imaginaba lo que aquel extraño le hizo a la niña.

Finalmente, él salió por la ventana y corrió mientras se quitaba el pasamontañas de su cabeza.

Era extraño ya que, nuevamente para poder llegar a esas horas por aquel rumbo, utilizo aquel mismo camión que utilizo anteriormente.

— ¿Dónde estabas? —le dijo molesto el padre de Sergio, eran aproximadamente las 3 de la mañana y apenas había ido a su casa

—Solo me di una vuelta en el camión —contestó Sergio —estaba cubriendo a Lalo, ya sabes a veces se queda sin gasolina

—Ya te dije que tienes que pedir permiso —alegó el papá —Me regañaran en la terminal si de nuevo el camión no anda bien, mira como lo dejas bien sucio

—Mañana lo lavo —dijo Sergio de manera cansada.

—Está bien, pero que sea la última vez, quien sabe a dónde te lo llevas —dijo su papá—Espero que no andes haciendo cosas malas

—Oye Pa, ¿Puedo en estos días ir con mi amiga Karla?

—Haz lo que quieras, además ya estas grande y casi no vienes por acá

—Bueno

Al día siguiente, únicamente se supo entre los vecinos de aquel fraccionamiento donde vivía Anahí y su mamá, que debido a lo traumático del caso, no lo expusieron en las noticias, y la niña recibió atención psicológica.

Pero los vecinos se alarmaron y en la zona donde Karla vivía, le dijeron que hubo algunos 'robos en casas' y que era mejor que se cuidara ya que ella se encontraba sola con su hermana, fue entonces que ella sabía con quién acudiría para aquello.

— ¿Te quedarías con nosotras en la casa? —le preguntó a Sergio.

—Pues... —pensó un poco —deja le pregunto a mis papás

—Por favor, es que así nos sentiremos más tranquilas de que alguien de confianza estuviera con nosotras mientras mis papás regresan de su viaje.

—Está bien, Karla —contestó.

Y efectivamente los padres de Sergio le dieron permiso de pasar con Karla, con la condición de que fuera a la escuela, pues por algún motivo creían que Sergio no quería seguir asistiendo.

Pero lo que Karla no sabía era que Sergio planeaba más cosas por hacer.

Unos días antes de que se regresara a la escuela, después de la semana de luto escolar.

Valeria y Camila habían terminado la tarea, pero Valeria se quedó un momento pues, siempre Karla la acompañaba a su casa, ya que ella vivía a unas casas cerca de donde ellas vivían, pero ella salió un momento a ver a una amiga.

Entonces fue que Sergio le pregunto a Valeria:

—Oye ¿Y si te acompaño a tu casa? Yo le digo a Karla que te lleve.

—Pues... —respondió de forma dudosa —por mí no hay problema, pero... Cami se quedaría sola

—No, tranquila voy a estar bien —le dijo Camila —No vives lejos, yo aquí espero a Sergio, solo cierro la puerta, y si él o Karla tocan el timbre yo sabré que son ellos.

—Está bien, iré con Sergio —Contestó Valeria

Fue así que Sergio logró convencer a Valeria de acompañarla a su casa, y mientras eso hacia Él comenzó a conversar con ella:

—Dime Valeria... entonces ¿Has vivido por aquí desde siempre?

—Si —dijo con una voz dulce —desde pequeña, aunque antes vivíamos del otro lado de la avenida principal.

—Genial, y... ¿Tus papás trabajan?

—Amm si, ambos trabajan juntos en la ciudad industrial y regresan hasta la noche, así que a veces, viene una niñera en la tarde, pues en las mañanas después de la escuela, voy donde Cami a hacer tarea, pero los fines de semana viene mi prima y estamos juntas.

—Oh, ósea que... ¿estas solita todo el tiempo?

—Amm Si —respondió nerviosa. Había sentido demasiado raras las más las preguntas que Sergio le hacía y la forma en que la miraba, había sido muy extraño y la dejaba muy incómoda.

—Mira, es aquí —Valeria señaló una casa muy amplia donde ella vivía —Aquí me quedo, Gracias —dijo nerviosa.

Sergio la observo por algunos minutos de pies a cabeza, ella se ponía más nerviosa por la forma en que la miraba, cruzó sus manos hacia adelante y bajo un poco su cabeza, Al verla creció una obsesión en el hacia la niña de 12 años, que le tenía tentado a acariciar su bello rostro y tocar su cabello largo de rizos que el viento soplaba mientras ambos caminaban, incluso intento tocar su cabello, pero se detuvo.

—Oye Disculpa por lo que te pregunte, solo quería hablar un poco

—No descuida —respondió con una sonrisa nerviosa —Te veo después en casa de Karla.

—Hasta luego —dijo se quedó observando a Valeria cerrar la puerta de su casa. Ella cerró lentamente la puerta con una expresión de incomodidad.

Cuando Valeria cerró la puerta y antes de que él regresara a la casa de Karla, observó un poco la tranquila pero solitaria casa de Valeria, pensando en cómo haría lo que quería hacer, le había atraído mucho al grado que tenía el deseo de tenerla, aunque fuere no esperar en la noche.

No esperaría para hacerlo, pero aquello lo haría muy pronto.

DIARIOS DE UNA OBSESIÓN [Sin Censura] PAUSADA HASTA SEPTIEMBRE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora