DIARIOS DE UNA OBSESIÓN [Sin Censura] PAUSADA HASTA SEPTIEMBRE

PARTE I

PARTE I

El día que lo cambio completamente todo...

Narrador Anónimo.

— No puedo creer que esto esté pasando —Expreso con frustración. Pero de igual forma estaba molesto y lleno de rabia.

—Te tienes que calmar —dijo uno de sus de sus compañeros de escuela intentándolo calmar, puso su mano en su hombro pero el joven se apartó. —Tú no tienes la culpa de lo que a ella le paso, trata de calmarte. No puedes regresar el tiempo, no puedes regresarla a la vida.

—Lo se... pero no descansare hasta que... quien le hizo daño pague lo que hizo —expreso molesto dándole un puñetazo a la pared del salón de clases. —No me importa si tengo que morir para hacerlo.

El compañero de él lo miro detenidamente, y no sabía que hacer al escuchar la furia que tenía, con el ceño fruncido, con lágrimas en sus ojos llenos de enojo, por aquello que hace días había pasado, no era el mismo chico que aunque no hablaba tanto con sus compañeros, era reservado y no se metía con nadie. Algo en él había cambiado, como si en su interior se hubiera destrozado algo, pero aquello que se destrozo era parte de él y no podía curarse.

—Ay, no seas dramático —Dijo una chica, con expresión de burla. —Era una loquilla esa niña, quien sabe en qué se habrá metido, de seguro se lo busco y tú aquí chillando por ella, madura perdedor.

El chico estaba de espaldas, tenía la mirada perdida, y volteaba de re-ojo para solamente ver a esa chica burlándose de él, hubo un silencio incomodo mientras apretaba sus puños, como si le provocara en aquel momento hacer una tontería, pero estaban sus compañeros a su alrededor, asustados y a la vez sorprendidos por ver al joven actuar de esa manera, solo volteo un momento y la chica se alejó mientras le enseñaba el dedo de en medio.

—No le hagas caso... —dijo su amigo —Ya sabes que a ella le gusta joder todo el tiempo.

El joven solo suspiro y relajo sus manos y se sentó en las bancas de afuera del salón de clases, su amigo le acompaño.

—Ella solo está loca, man. —expreso poniendo la mano en el hombro de su amigo. — Si a ella le pasara algo similar, ahí si dejara de joder, ella no entiende lo de no hagas lo que no te gustaría que te hicieran.

Volvió a suspirar y seco las lágrimas amargas que tenía en su rostro con sus manos, el coraje se le había pasado. Pero, no del todo.

—Quiero estar un rato solo, te veo en clases —Se levantó de la banca, y camino un rato en los pasillos de la escuela, mientras caminaba de lejos vio a esa compañera que lo había ofendido, estaba con su grupo de amigos. Se quedó mirándola detenidamente mientras se soltaba su cabello y lo dejaba caer en su espalda, su cabello era largo y lacio, ella se reía y hablaba cosas con sus amigos, era probable que hablaba acerca de lo que había ocurrido hace algunos días.

Cada que la miraba, fruncía el ceño y apretaba fuertemente los puños. No podía vengarse de aquella persona que le había hecho daño a la persona que defendió, pero sialguien debía hacer justicia por lo ocurrido hace unos días, lo haría.

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