#ㅤ𝟑𝐎𝐃𝐀𝐘𝐒 𝐎𝐓𝐏 | ivalkov。

¡¡ O1; Patrullando. ꧂

ㅤㅤ─────¿ Volkov ?

El sonido de la puerta chirriar de aquel enorme despacho inundó todo el lugar al momento en el que una figura la abrió de par en par, asomando su cabeza para fijarse en si realmente había alguien allí dentro. Para su suerte lo encontró sentado sobre su oscurecida silla, revisando un par de denuncias que le habían llegado hacía unas horas atrás.

Al parecer no se le veía con muchos ánimos desde su punto de vista, puesto a que sus preciadas gafas tintadas de un color rojizo se encontraban a un lado del escritorio, y se podía apreciar el poco interés que mostraba ante su tarea solo con verle aquellos ojos medio entre cerrados y cansados. A lo mejor las denuncias eran de simples idiotas con sus tonterías de todos los días, y eso ya era algo cansino.

El búlgaro entró sin su permiso al ver que no recibía ninguna respuesta por parte de su compañero y amigo, caminando a pasos lentos hacia el escritorio con sus manos metidas en los bolsillos del pantalón. Mantenía su mirada posada sobre el adverso, sin intenciones de apartarla hasta tener un poco de su atención, cosa que no la estaba consiguiendo tan fácilmente.

ㅤㅤ─────Conway solicitó un 10-33, pero si estás ocupado mejor le pido a Greco o a Leonidas que vengan conmigo.

Habló finalmente con una ligera mueca preocupada al ver que no le dirigía la mirada y no hacía al menos un poco de esfuerzo en notar su presencia. Sabía que a veces llegaba a cansarle más de la cuenta el estar trabajando y atendiendo a idioteces de la gente, y era lógico cuando se repetía una y otra vez, tontería tras otra sin descanso. Para su suerte casi siempre se libraba de atenderlas por la poca paciencia que llegaba a tener de normal, y eso era un punto a su favor, quitando de que el superintendente prefería que hiciera otras cosas antes que estar aguantando a gente con poco conocimiento.

Un completo silencio se instaló entre ambos, uno que para el de piel morena duró como si fuesen horas; pero a pesar de ello no sentía incomodidad, más bien respiraba la tranquilidad que había dentro de aquella pequeña unión de cuatro paredes que los rodeaban.

Finalmente el ruso levantó la cabeza, dejando las hojas a un lado sobre la mesa. Llevó dos de sus dedos de la mano derecha hacia el puente de su nariz y lo apretó ligeramente, cerrando los ojos con algo de fuerza al mismo tiempo. Después apartó la mano y agarró sus lentes, colocándoselos nuevamente para por fin alzar la mirada y centrarla en los ojos oscuros escondidos tras sus lentes de sol del que se encontraba de pie.

ㅤㅤ─────Iré contigo, no tengo nada más que hacer aquí.

Dejó escapar un suave suspiro de sus labios, tirando la silla negruzca hacia atrás sin poner mucha fuerza para poder levantarse y salir de allí. Ivanov sonrió ligeramente al ver que accedía a acompañarlo, tal vez encontraba la forma de animarle con sus tonterías de niño de cinco años.

No dijo nada, simplemente se encaminó detrás del mayor en edad con una sonrisa dibujada en su rostro. Caminó un par de pasos algo más rápidos y se posicionó a su lado, sacando las llaves de su patrulla mientras colocaba la anilla en su dedo y las hacía girar, con cuidado de que no se cayeran al suelo.

Saludaron a un par de agentes que se encontraron por el camino, deteniéndose unos minutos cortos cuando se toparon a Greco en la sala principal de la comisaría. El búlgaro esperó a que su compañero terminara de hablar, apoyándose en la pared y mirando la gente que entraba y salía del lugar, algunos felices, otros echando chispas. Típico de cada día.

ㅤㅤ─────Agh, ¿ no notas que cada vez hay más imbéciles en la ciudad ? Greco me dijo que tuvo que atender a tres personas que decían querer denunciar a los otros por peleas tontas de niños de tres años. Y luego me preguntan que porqué tengo una cara de mierda todo el día.