5

4.5K 322 544
                                    

La noche era fría y con el cielo nublado por lo que no se podía apreciar la luna. En una calle poco habitada se encontraba un edificio abandonado , con las paredes pintadas y  con escombros. Ahí Giyuu abrió lentamente los ojos, intento mover sus manos pero se percató de la soga que lo sostenía.

- Veo que has despertado...

Hablo un hombre con cabellos oscuros y los ojos rojos, su mirada era de una persona importante e intimidante. Estaba parado frente a Giyuu y otros hombre los rodeaban.

- ¡Señor Muzan!

Hablo con respeto y temor.

- Me has decepcionado Tomioka , a partir de hoy dejaras de ser el líder de la zona 5.

Muzan no mostró violencia pero aún así su voz era más que necesaria para hacer temblar a Tomioka. Trato de no mostrarse nervioso y con miedo de lo contrario le iría muy mal.

- Lo siento mucho señor... Prometo no volver a fallarle.

- ¡No! Ahora obedeceras a Akaza como el nuevo linder... Has estado inactivo en estos días e incluso has sido golpeado por alguien más.

Había un gran silencio en el lugar, Giyuu no sabía que responde , simplemente no había excusa y lo único que esperaba es no ser castigado. Los hombres que lo rodearon también mostraron respeto por el verdadero jefe de la organización...

- Si señor.

- Me agrada esa actitud... Akaza puedes encargarte de el, dale un pequeño castigó y mándalo a casa.

- ¡Si Muzan Sama!

El hombre de ojos rojos sonrió y se fue junto con sus hombre, tardo tan solo 5 minutos en desaparecer sin rastro. Los latidos de Giyuu regresaron a la normalidad y dejo de sentir la presión por estar frente a Muzan.

- Bien Tomioka creo que ahora eres todo mío.

La cara de Giyuu fue levantada por las manos de aquel hombre que lo llevo hasta ese lugar. Con una sonrisa lamió alrededor de sus labios y soltó un fuerte golpe el estómago de Giyuu, el golpe lo hizo caer en el suelo y vomitar, sabía que estaba en problemas y su cuerpo estaba algo débil y se estremecía del dolor.

.
.
.

Tanjirou no podía dormir, revisó su celular varias veces con la intención de mandarle mensaje a Giyuu pero no sé animaba, a puesto a qué de todas maneras sería ignorado. Dejo el celular a un lado y miro el techo, conto hasta 10 y nuevamente tomo el celular, decido busco el número de Giyuu y tan solo era necesario oprimir la pantalla para que realizar una llamada, lo hizo con nervios y espero unos segundos pero nadie respondió, nuevamente lo intento pero fue inútil. Giyuu no quiere saber nada más de ti , eso quedo muy claro en el momento que beso a aquel otro chico.
Decepcionado suspiro y puso el celular a un lado, apagó la luz de la lámpara y se resigno a dormir.
.
.
.

La lluvia había comenzado y con ella unos fuerte vientos se sentían en las calles Tokyo. Giyuu caminaba lento mientras agarraba su estómago con la mano izquierda y con la derecha se apoyaba de la pared de un edificio para poder caminar. El dolor lo estaba matando, cada paso representaba una punzada de dolor en todo se cuerpo, ni quiera podía sentir el frío y el agua mojando su cuerpo, tan solo podía ver de un ojo y aún así siguió intentando llegar a su hogar. Quizás demoro toda la noche pero finalmente llegó a su casa, estaba en su límite y cuando llegó al sofá se dejó caer en el mientras gritaba del dolor, cerro los ojos y se quejo del inmenso dolor, no sabía si podría dormir.

.
.
.
Eran las 10:00 am y todo debía estar listo en el consejo estudiantil , la siguiente semana sería el festival deportivo y necesitaban todos los preparativos listos para el atardecer. Había un lugar vacío entre los concejeros de la escuela. Sanemi hizo una mueca y se quejo de la irresponsabilidad de Giyuu, levantó sus ojos para terminar su reporte y camino hasta la salida del aula.

GIYUUTAN - El chico de la panadería   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora