4-No te pido, te ruego.

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Disclaimer: Los personajes ni las imágenes me pertenecen, créditos a sus respectivos autores y a Masashi Kishimoto
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¿Porqué se sentía enojado? ¿Melancólico y frustrado? No tenía sentido sentirse así, pero tampoco había sentido para lo que había visto hace unos días, la escena de Hinata y Sasuke compartiendo una clase de intimidad seguía rondando en su cabeza, ¿Porqué había huido antes de saber que pasaba? Tal vez por miedo a pedir una explicación y saber alguna verdad que lo golpearía en su orgullo, no quería encontrarse con Hinata a tal grado que comenzaba a evitarla, a veces tenía su modo ermitaño para saber si estaba cerca "Antes rogabas por encontrarla de casualidad y ahora la evitas a toda costa" dijo en sus adentros

-¿Naruto?- Saliendo de sus cavilaciones vio al frente, con una falda negra entallada que relsataba su figura y una blusa roja con tiras blancas que entonaba su belleza estaba Sakura, valla que se veía hermosa, Naruto siempre la había visto como la mujer mas bella hasta hace un mes.

-Sakura-chan, buenos días-
-¿Que haces despierto a estas horas? no es propio de ti-
-Salí a correr un poco ¿Tu a donde vas?- le dijo feliz como siempre esperando poder ir con ella
-Al hospital, empezaré a practicar para poder trabajar ahí-
-¡Eso ea increíble Sakura-chan! ¿Quieres que te lleve?-
-Claro vamos- ambos comenzaron a platicar cómodamente, riendo y disfrutando la compañía del otro, Naruto quedaba embelezado cada vez que ella se reía bendiciendo a sus oídos, los rayos del sol hacía brillar sus enigmáticos ojos jade haciendo que se sonrojara al instante.

Hinata iba de camino a lo que se había vuelto como su nuevo hogar debido a que estaba ahí casi todo el día y solo llegaba al recinto Hyuga a dormir, parecía ser que el clima sería agradable, el viento que jugaba con su cabello era calido mientras que los rayos del amanecer no quemaban su blanquecina piel solo la iluminaban, había dejado de usar su atuendo de misión ya que pensaba no había necesidad, ese día vestía un suéter amarillo y unos jeans negros, ninguno dejando ver nada de piel, en su andar pudo escuchar aquella risa que tanto disfrutaba y no había escuchado desde hace días, una cuadra delante de ella pasó caminado Naruto junto con Sakura riéndose plenamente, Hinata no pudo evitar ver los rojos pómulos que tenía Naruto iguales a los de ella cuando estaba con el, riendo y viendo a Sakura como nunca lo había ni haría con ella, con el corazón oprimido y un nudo en la garganta corrió para que ellos no la vieran

(...)
Perdido en el tiempo, sin poder escuchar, sin poder ver, solo le quedaba imaginar el futuro y revivir el pasado, ¿Que había pasado con él? ¿Quien era? ¿Desde cuando se había vuelto tan débil? Se cuestionaba miestras los recuerdos fluían sin pedirlo, Sasuke había visto a Hinata llorar delante de el, sin miedo a mostrarse vulnerable dando paso a que el hablara de la primera vez que su hermano mayor le dijo "Lo siento Sasuke, será la próxima vez" hasta el "Lo siento Sasuke, está será la última vez" dando a conocer varios acontecimientos, dejando al descubierto sus sentimientos, sin poder dejar de hablar aún queriendo detenerse, pero la mirada compasiva de Hinata era como una hipnosis que lo hacía no cerrar la boca diciendo cosas que ni él sabía estaban dentro de si... Ella se levantó, Sasuke pensó que se iría, que la imagen que tenía por el se había ido a la mierda y huiría ahora que podía, cerro los ojos empapados es lágrimas esperando escuchar las rejas anunciando su ida, grande fue su sorpresa cuando las pequeñas y delicadas manos de la mujer rodearon su cabeza y rosto para poder acurrucarlo en ella, escucho sus latidos, sintió su respiración e inhalo el aroma dulce y embriagante de su piel, sintiéndose protegido, querido y a la vez tan débil.

El olor a lilas y lavanda comenzó a inundar sus fosas nasales, ella ya estaba ahí, escucho el rechinido de la puerta, esperando ancioso poder sentir el calor que ella irradiaba, pronto pudo sentir su piel contra la suya seguido de quitarle delicadamente los aditamentos innecesarios sobre él, su vista se tornaba borrosa al principio hasta que podía enfocar bien, como siempre los rayos matutinos del sol hacían que su piel se iluminara y la cascada azul fuerte de su cabello brillara, esta vez traía un horrible suéter amarillo holgado en conjunto de unos jeans un tanto sueltos, a comparación de las otras Kunoichis ella jamás dejaba ver su figura y por alguna razón deseaba poder admirarla bien, tal vez eran sus instintos más bajos lo que lo deseaba o la simple curiosidad de saber que había bajo esos trapos

El pesar de este sentimiento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora