El pesar de este sentimiento.

19- Un lugar soleado (Final 1)

Disclaimer: Los personajes ni las imágenes me pertenecen, créditos a sus respectivos autores y a Masahi Kishimoto
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Los años habían pasado, el tiempo había transcurrido a veces tan rápido, otras tan lento que simplemente solo quedaba pasar los días en la incertidumbre del futuro. El andar de los años deja su marca en las personas, muchos habían cambiado, los que antes eran niños no quedaba un rastro de aquella inocencia de la infancia pues la juventud había llegado a ellos, los hijos de todos aquellos líderes y héroes de guerra eran el vivo reflejo del destino, la nueva generación pasó muy rápido de tener tan solo 12 años a 16, de ser genins a chunins, de ser personas con expectativas increíbles en el futuro a mujeres y hombres con sueños rotos y vidas destruidas de un instante a otro al igual que sus padres en ese momento.

Las explosiones se escuchaban en todos lados, era igual o tal vez peor que aquella vez, la destrucción en su hogar, en su aldea era arrasadora, podía escuchar los gritos de los aldeanos desesperados por huir y los sonoros de guerra en contra del enemigo, Hinata corría entre todo aquel desastre desesperada por encontrara a su familia quienes no tenía idea de en donde estaban, Himawari había ido a una cita con Inojin pero aún así su paradero era desconocido. Conforme sus pasos se apresuraban ayudaba a todo aquel que la necesitara, mientras sacaba a una familia entre los escombros de lo que antes fue su hogar un enemigo se aproximaba sin que ella pudiese percibirlo, el grito de la menor que ayudaba la alertó de la amenaza, cuando volteo su enemigo había sido eliminado, detrás del mismo apareció su hijo quien le ayudó con su tarea, una vez que terminó todo Hinata no pudo ocultar sus instintos maternos y se lanzó enternecida hacia su hijo quien correspondió y apretó más a su madre agradeciendo que estaba viva

-¿Dónde esta Hima? - preguntó el rubio separándose de ella
-Estaba con Inojin, p-pero no la he encontrado en ningún lado- Boruto asintió, cerró los ojos por un momento hasta que sus párpados se tornaron naranjas y al abrir sus ojos estos estaban diferentes
-La encontré- Hinata siguió a Boruto quien no le importaba ser egoísta en ese momento. Al llegar al lugar pudieron vislumbrar a Himawari con el puño de león y Byakugan activo luchando ferozmente a lado del rubio, los Uzumaki llegaron a hacer frente y pudieron librar la pelea que los dejó heridos, Himawari fue esta vez quien abrazó a su madre con el mismo sentimiento que su hermano, alivio.

-Madre, Hima- llamó Boruto colocando sus manos en ambas
-Tienen que salir de aquí- sonrió un poco para calmarlas
-P-pero que dices Boruto, no podemos dejar la aldea ni a tu padre- la mente del mencionado se nubló por la imagen de su padre asesinado a manos de Kawaki, no podía perderlas a ellas, si algo les pasaba su razón de luchar, de vivir se extinguiría

-Papá está bien, hace poco me separé de él ya que me mandó a buscarlas, reúnan a los civiles llévelos al centro de la aldea la salida está bloqueada yo iré con papá-
-Yo iré contigo Onii-chan-
-Ve con tu madre Hima, yo iré con Boruto y lo protegeré- esta vez hablo Inojin quien acomodó dulcemente un mechón de cabello de la menor quien entre lágrimas abrazó a ambos pues el miedo a no volverlos a ver era latente.
-Corre Hima- ella asintió, tomó de la mano a su madre y le indicó que corriera
-Boruto cuida a tu padre- el rubio sonrió mientras su corazón se iba desvaneciendo poco a poco
-Siempre lo he hecho madre, vamos Inojin-

Ambas azabaches comenzaron a ayudar, reunir civiles y heridos quienes las seguían sin objeción pues Hinata era conocida por ser heroína y ninja de elite mientras que la menor era hija del Hokage, el echo de que Konoha se hubiera expandido tanto hacía más ardua su tarea sumando los combates que tenían contra sus adversarios eran arduos y peligrosos, Hinata no estaba dejando que su hija se entrometiera provocando que ella acabará más y más herida.

Mientras avanzaban por debajo de la roca del Hokage los estruendosos ruidos desde arriba comenzaron a alarmar a todos, al fijar su vista arriba notaron como toda la montañas comenzaba a agrietarse dejando caer sus cenizas y rocas de menor a mayor tamaño