Disclaimer: Los personajes ni las imágenes me pertenecen, créditos a sus respectivos autores y a Masashi Kishimoto
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El invierno comenzaba a desvanecerse junto con la nieve, el frío era menos intenso, el sol empezaba a brindar más calidez a Konoha, observaba su aldea, aquella que amaba demasiado, sin embargo, la ausencia seguía presente, su vida aún tenía un hueco por más radiante y espectacular que pareciera no lograba otorgarle lo que buscaba y necesitaba-Ya estás aquí- aquella voz lo hizo voltear atrás
-Si, quise llegar temprano-
-Es raro de ti ser tan puntual-
-Ya sabes que no tengo nada que hacer- expresó tratando de disimular su inquietud
-¿La tienes? - el hombre buscó entre sus bolsas hasta encontrar un sobre, lo extendió hacía su amigo quien lo tomo con delicadeza
-¿Como van las cosas con Sakura? ¿Sabe que le sigues escribiendo? - cuestión mientras trazaba un ave que pronto cobró vida
-Todo va bien, por lo mismo es que no quiero que sepa que aún sigo haciendo esto ¿entiendes? - Sai asintió sin evitar ver a su compañero con tristeza
-Una vez le dijiste que odiabas a las personas que se metían así mismas, es curioso ya que estas haciendo exactamente lo mismo- Naruto bajo la vista en lo que Sai ataba la carta en la pata del ave-¿Cuánto tiempo ha pasado ya? - el revoloteo de las alas hizo que el aire moviera su cabello, Naruto fijo su vista en el animal de tinta, observó cómo se alejaba sintiendo de nuevo un deseo culposo de seguirla, una vez que sus ojos no pudieron seguirle el paso fue que los centro en el hombre que tenía enfrente
-1 año 2 meses...- noto como Sai comenzaba a hacer cuentas
-788 cartas...- el rubio le sonrió de forma ligera demostrando su seguridad y confianza
-Quiero contarle todo lo que pasa cada día para que así cuando vuelva este al tanto de todo lo ocurrido- de nuevo vio al cielo, de pues observó la aldea, un lugar soleado tal como era el significado de su nombre
-¿No es así Hinata? -Mientras cruzaba ríos, bosques, desiertos y mares por fin comenzó a descender lentamente en un claro, alertó a un individuo con su graznido, este se puso de pie, cuando el ave aterrizó en su hombro fue que retiró las cartas que estaban en ella para finalmente ver como partía de regreso. Por los destellos del sol podía saber que apenas eran las 7:00 am, se había levantado para cubrir sus necesidades sin esperar que como todos los días llegarán cartas tan temprano, sin más camino un poco hasta encontrarse con su pequeño campamento, la leña aún humeaba y los platos de comida seguían botados, en el centro se hallaba una casa de campar en la cual se adentró con sigilo y cuidado pues dentro de ella descansaba su adorado tesoro, ahí plácidamente dormía Hinata, se arrastró un poco hasta quedar a su altura, se arropó con las cobijas, se alarmó cuando vio que la ojiluna despertaba sin embargo solo se movió un poco y lo envolvió en su brazos, el hizo lo mismo la abrazo y ambos entrelazaron sus piernas haciendo que el calor y cariño de aquel acto guiara de nuevo a Sasuke al mundo de los sueños aun cuando el sentía que ya estaba en uno, pues junto a él estaba la mujer y lo único que quería y necesitaba.
Después de unas horas Hinata logró escapar de los brazos de Sasuke que abrazaban su piel desnuda, buscó su ropa la cual estaba doblada, sonrió pues le causaba ternura que el Uchiha siempre doblara su ropa después de hacerla suya. Salió de la casa para comenzar a hacer el desayuno, ya se había acostumbrado a cocinar en una fogata, con utensilios gastados e ingredientes del bosque o que compraban cuando se detenían en un pueblo, a veces dormían en Posadas y comían en restaurante, sin embargo el acampar y cocinar a la intemperie era igual de grato pues tenía a Sasuke con ella. Mientras removía las hierbas del té sintió como rodearon su cintura para después aterrizar un beso en su mejilla, la mujer sonrió y se volvió hacía el hombre que la tomaba, este no espero más y envolvió sus labios con los de ella
-Buenos días Sasuke-kun-
-Huele delicioso, y...- se apartó con delicadeza, sacó unos sobres de su capa
-Te llegaron cartas como todos los días, Hanabi no para nunca- Hinata tomó las cartas con culpa como si fuera el primer día
-Claro Hanabi, me extraña es eso- la Hyuga guardó los sobres, siempre leía en privado los mensajes ya que Hanabi no era su remitente, a Sasuke le parecía un poco extraño pero nunca quiso hablar al respecto pues estaba consciente de que sus actitudes no siempre era buenas gracias a sus celos enfermizos, él no era flexible o piadoso con aquel que fuera capaz de tan solo ver a la mujer que le pertenecía y eso había provocado innumerables peleas y descontentos a Hinata incluso lo había amenazado con volver a Konoha si él no mejoraba su temperamento, cosa que el Uchiha siempre le recriminaba en la cara mientras la embestía por las noches o cuando quería, mientras escuchaba sus incesantes y ruidosos gemidos él se atrevía a cuestionarle "¿Vas a dejarme? ¿Te irás?" Pues sabía que en esos momentos ella estaba a su merced y siempre le daría la respuesta que él quería
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El pesar de este sentimiento.
FanfictionDespués de la guerra el único Uchiha vivo es encarcelado por todos sus crímenes, el nuevo hokage se da cuenta de los abusos que Sasuke recibe por parte de los anbu así que asigna a Hinata Hyuga a ser su nueva protectora y compañía en donde un inespe...