Amor a primera vista.
Tanjiro siempre había soñado con algo así: parecía muy lejano, algo de los cuentos de hadas que su madre le contaba a sus hermanos. Pero eso solo lo hizo quererlo aún más, porque sus padres se habían encontrado de la misma manera y todavía encontraban el amor verdadero. Sin embargo, pensó que había dejado atrás una ingenuidad tan infantil a medida que crecía y la responsabilidad de cuidar a sus hermanos se hizo más apremiante. Era el hombre de la familia, no podía permitirse el lujo de creer historias tan frívolas. La realidad de la vida no siempre fue tan pueril, no cuando Tanjiro tenía tantas vidas en sus manos.
No fue sino hasta que perdió todo, además de su hermana, no fue hasta que te conoció que esos sueños infantiles volvieron rápidamente. Se enamoró al instante: tus ojos que brillaban con la inocencia que le robaron, tu piel que brillaba con la pureza que ya no podía tener. Eras hermosa, eras todo lo que él no era, eras vulnerable y él quería proteger eso.
Necesitaba proteger eso.
"H-ayuda ..." Te agitaste mientras dormías, sus dedos cálidos e insensibles rozaron con dureza tu piel ante el movimiento repentino. Tus cejas se fruncieron y se pusieron rígidas, agarrándote la mano mientras dormías. Otra pesadilla
Su corazón se hundió en su estómago, un hoyo que aún latía y que lo hizo querer vomitar. No debería haberte convencido de unirte al grupo, de viajar con ellos como sanador. Todos sabían que solo sería una carga, una molestia que no podía defenderse, pero él insistió. No podía dejarte allí, en una aldea que podría ser invadida por demonios en cualquier momento. Nunca se le pasó por la cabeza, pero, de nuevo, tampoco las consecuencias de llevarte contigo.
Solo te quería cerca.
"Shh, está bien mi amor ..." Él curvó sus dedos, usando la suave piel de sus nudillos para acariciar suavemente tu mejilla, como un caballero mirando a su princesa con tanta adoración. "Nada puede hacerte daño cuando estoy aquí. Te protegeré de todo