Supercorp [Shots Traducidos]

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Creado por DansenxKCorpx [Más de 7.600 palabras]

Resumen; Lex celebra una gala benéfica y Lillian quiere humillar a Lena, pero Kara le demostrará lo contrario. Citas falsas AU. (Inventos en mi cabeza después de la temporada cinco, que disfruten).



Cerró el laptop con ira aun no creyéndose lo que acababa de leer. Su hermano Lex iba a dar una gala benéfica mañana por la noche. No sabía si reír o llorar. Lo único que sabía es que la rabia apoderó su cuerpo y tuvo ganas de matarlo -otra vez-.

Nadie sabía nada sobre quién era realmente su hermano en Earth Prime; un ser despreciable que haría cualquier cosa por conseguir lo que quiere. Supuso que quería mostrar la mejor sonrisa delante de todos y aprovechar la caridad de las personas para sus trapos sucios.

Intentó saber que ganaría con eso. No podía soportarlo, ella tenía que ir. Lo gracioso no era solo la invitación decorativa con flores en su pantalla, sino que le acompañaban algunas palabras de su madre: 'puedes traer a tu pareja. Oh, se me olvidó que siempre has estado sola. Con cariño, Lillian'.

Gruñó molesta porque no era del todo mentira. En todo este poco tiempo que había pasado, Lillian le había estado restregando de que nunca iba a ser amada por nadie y menos cuando todo el mundo supiera la verdad; cuando ella y Lex ejecutaran su plan. Sus palabras de burla le hicieron enfurecer y los recuerdos vinieron solos; pensó en lo que pasó la última vez: tendría que empezar de cero otra vez para limpiar su apellido.

Aunque también quería ir para ver con que finalidad tendría su familia, deseó con todas sus ganas llevarle la contraria a su madre. No iba a rendirse por unas simples palabras. Ahora tenía nuevamente a sus amigos al lado y pensó en una solución para hacer rabiar a ambos.

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Anduvo sin dejar de mirar sus pies casi sin mirar al frente. Subió por las escaleras porque no quería parar, estaba inquieta. Cuando llegó a la puerta, tomó un poco de aire y miró hacia la mirilla. Tragó un poco de saliva y su mano se alzó para tocar la puerta, pero no le dio tiempo ya que abrieron primero.

—¿Lena?

—¿Kara?

—¿Has decidido venir? —preguntó Kara con entusiasmo y una sonrisa de oreja a oreja. Lena juró que sus dientes brillaban como si fueran resplandecientes.

—¿Venir? —preguntó casi en un susurro.

Kara le dio paso para que Lena entrará al apartamento, borrando su sonrisa casi con el ceño fruncido. Lena alzó la vista y comprendió a lo que se refería la heroína. Todos estaban en el apartamento de Álex porque era viernes, celebrando la noche de juegos. Se habían reunido como la pequeña familia que era.

Kara y Alex la invitaron esta mañana a pasar el rato, pero ella negó diciendo que tenía muchas cosas que hacer. No era mentira; se pasó todo el día en el trabajo que se le olvidó completamente sobre esta noche. No sabía ni en qué mundo y día vivía. Ni si quiera se paró a pensar en que hora era cuando miró a los demás con ojos cansados.

—¿Ha pasado algo? —preguntó Alex levantándose de su asiento, aunque esa pregunta la harían todos los que estaban ahí, pero ella lo hizo porque Lena no dejó de mirarle.

—Oh... Hum... No realmente —daleó su cabeza e hizo una mueca sin dejar de mirar a Álex. Ella entrecerró los ojos, hablando con la mirada como diciendo: 'sé que pasa algo' y Lena asintió levemente mirando hacia su derecha—. En realidad, necesito hablar contigo sobre un asunto. De verdad, no es nada importante —alzó la mano ante los rostros de preocupación de los invitados y sonrió hacia Alex—. ¿Podemos...? —señaló casi con miedo a su cocina y la pelirroja asintió de inmediato.

Anduvieron juntas acechadas por las miradas de los invitados. Estuvieron todos en silencio, pero comenzaron a hablar cuando Alex echó una mirada hacia todos como diciendo: 'seguid a lo vuestro'.

—¿De verdad que no es nada malo? —murmuró Alex tomando asiento y cediendo uno a Lena.

—En serio... Es solo qué...

Soltó un suspiro pesado. Lena comenzó a explicar la situación sobre el correo de su hermano haciendo prometer a Alex que todo lo que dijera no alzaría la voz ni gritaría por nada. Alex asentía y negaba sin poder creérselo.