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Las hojas secas que se caían de los árboles adornaban las calles de Seoul dejando ver así un manto de diferentes tonalidades anaranjadas en el suelo, tan frágiles que un roce eran capaces de romperse. Un día más frío de lo habitual para está estación del año, había olvidado traer mis guantes y mis manos sufrían del frío haciendo más complicado el agárrate de mi vaso de café que por supuesto había sido comprado en mi lugar favorito Starbucks .
Hoy comenzaba el segundo trimestre del anteultimo año de la secundaria y sin dudas era el mismísimo infierno debido que los exámenes estaban cada vez más próximos, me iba bien en las materias pero no quitaba el hecho de que me fuera mal en los exámenes. Debía asistir a las académias extracurriculares lo cual odiaba demasiado.
Quien diría que a mis 18 años estaría sufriendo por las tareas y no como los otros adolescentes que disfrutan de su juventud.
──entrarás o simplemente te quedarás mirando a los demas── susurro a mi oido EunHo provocandome escalofríos, sonreía alegre mientras que mi rostro decía lo contrario ──te extrañe durante estas dos semanas, ni siquiera enviaste un mensaje a tu mejor amigo── me abrazó desordenando mi cabello
──sabes como es mi madre, no me dejó respirar ni un día en las dos semanas── acomode mi cabello y comenzamos a adentrarnos en la escuela ──descubrí como dormir en dos horas── ambos reímos aunque siendo sinceros debías acortar tus horas de sueños como dice el dicho sobre la educación
“Si duermes más de cinco horas considerate fuera de la Universidad, y si duermes menos de cinco horas tendrás un mejor futuro” , así era la educación es Corea del Sur en pocas palabras como una tortura.
──deberías dejar de ser tan niña buena, un día morirás por falta de sueño── me abrazó pero esta vez no se separó de mi ──si te sucede algo podría morir detrás de ti── finjio llorar, llevábamos más de diez años de amistad por lo que nos tratamos como hermanos y de hecho ambos éramos hijos únicos.
Habíamos tenido dos semanas de vacaciones desde el trimestre pasado y sentía de algún modo que la escuela estaba distinta, un poco estaba en lo cierto.. tenía decoraciones de Halloween muy bonitas. Era la mejor época donde durante una semana llevaríamos disfraces a elección y el sábado habría fiesta.
Había telarañas por los pasillos junto a pequeños insectos en las paredes.
Me senté en mi pupitre para esperar a que llegará la profesora aprovechando para acomodar mis útiles y cuadernos.
──buenos días alumnas── entro la profesora y se pocisiono en su escritorio como pasaron sus vacaciones── pregunto provocando que todas respondieramos al unísono ──bien hoy tendremos algunos cambios──
Todas nos quejamos, apenas era el primer día.
──mantengan el silencio, tendremos clases mixtas junto al 2do de los chicos.. como saben el orden lo eligieran los superiores── luego de hablar llamó a un grupo de chicas para acompañarles al otro aula, por suerte no nombraron mi nombre.
