CAPÍTULO DOS
Lucas y Cintia, se encuentran dentro de un boliche llamado Lunch donde se está haciendo la fiesta para los estudiantes de la UBA.
—¿Qué quieres tomar? —pregunta, Cintia, gritando para hacerse entender por encima de la música—.Yo invito.
—Lo mismo que tú.
Asiente, y se dirige hacía la barra —Dame dos Daikiris —Cintia le habla al barman. El hombre no deja de mirarla. Cintia, esta vestida con una minifalda negra ajustada, haciendo que se note más su gran trasero, con unos tacos altos del mismo color, y un top verde ajustado que hace resaltar más sus senos. Todo eso ayuda a que ningún hombre se pudiera resistir a mirar la perfecta y deseable figura de Cintia.
Después de beber, ambos se dirigen a la pista de baile.
Cintia y Lucas, comienzan a bailar cuando comienza a sonar el reggaeton.
Lucas, la toma de la cintura y por detrás la comienza a apoyar mientras que Cintia, mueve su trasero junto con el ritmo de la música.
La noche se basó en un baile lleno de deseo y alcohol. Y una que otra charla sobre ellos para conocerse más.
Horas después, ambos se dirigen a su departamento y al llegar ninguno se hizo de esperar.
—Como te dije, no se acabó -le dice Cintia a Lucas, cerrando la puerta con uno de sus pies—. El segundo round, comienza ahora —dice acercándose a Lucas, hasta chocar sus cuerpos y besarse con gran deseo.
Lucas, posa sus manos en su trasero apretando ambas nalgas fuertemente. Lentamente comienza a subir sus manos hasta llegar a la cremallera del top y delicadamente la desprende sacándoselo y notando que nunca tuvo puesto un brasier. Baja y comienza a lamer uno de los pezones, haciendo círculos al rededor de él con su lengua y mordiéndolo delicadamente. Una sensación exquisita le recorre el cuerpo a Cintia, un calor que se convierte en humedad en su entrepierna, humedeciéndola. Lucas, comienza a bajar, besando cada parte de su cuerpo a su paso hasta llegar a la ajustada minifalda, la cual es sacada rápidamente dejando una pequeña tanga negra a la vista, que también es retirada rápida y ágilmente al igual que los zapatos. Lucas, la empuja haciendo que caiga sentada en una de las camas, la obliga a separar las piernas cuando acerca su rostro a su sexo perfectamente depilado y comienza a pasar su lengua lentamente hasta bajar a su clítoris, en el cual comienza a realizar pequeños círculos. Cintia, se retuerce en la cama arqueando su cuerpo y liberando gemidos.
—Así —dice retorciéndose—. Si. No pares —dice agitada, casi gritando de placer—. Si, si, si —grita al terminar en un orgasmo y viniéndose justo cuando retira su rostro Lucas.
—Ahora es mi turno —dice Cintia, levantándose de la cama.
Sin esperar le saca la camisa negra entallada, y le saca el pantalón jeans con el bóxer gris hábilmente. Dejando su erección presa de las manos delicadas de Cintia, quien empuja a Lucas despacio hasta que se sienta en la cama y se coloca entre sus piernas arrodillándose, toma sus senos con ambas manos y los coloca a ambos lados de la erección masturbándolo con ellos y pasando la lengua en él cada vez que sale de entre sus grandes senos. Y antes de que Lucas se diera cuenta, Cintia lo introduce adentro de su boca, completo, chupándolo con fuerza, enroscando la punta con su lengua.
—Para —dice, Lucas, sumamente excitado—. Me voy a venir.
Cintia, continúa chupando sin importarle lo que le diga Lucas, quiere tener todo de él en su boca y así será. Lucas toma fuertemente la cabeza de, Cintia, cuando le viene dentro de ella, la cuál se traga todo.
—Eso fue lo más delicioso —dice Cintia, pasando su lengua por sus labios, saboreando todo el líquido que ella tanto quería probar—. Pero todavía no se ha terminado —continúa, se levanta y se sube encima de, Lucas, cayendo ambos en la cama, la perfecta mujer queda arriba de él, acariciando delicadamente sus senos una vez más.
Cintia, toma la erección con sus manos y se coloca sobre él, bajando y penetrándola lentamente. La mujer comienza a moverse. Ambos experimentan el mejor placer que nunca antes pudieron sentir. Es el mejor sexo que ambos tuvieron y lo siguen teniendo. Cintia, se mueve fuertemente, penetrándola duro. Comienza a gemir fuerte, dejando escapar de su interior unos gritos de placer al llegar al orgasmo y venirse en él, cayendo agotada sobre Lucas, quien la toma y de un ágil movimiento la coloca debajo de él y continúa penetrándola fuertemente hasta venirse dentro de ella, vaciándose completamente.
Ambos quedan tendidos sobre la cama, ella encima de él hundiendo sus senos en la cara del joven, sin energías hasta dormirse. En solamente horas tendrían que ir a la Universidad.