Para Allison, comenzar a integrarse en el grupo estudiantil no fue nada particularmente difícil, si bien tenía un aspecto delicado e inocente, no era tímida ni mucho menos introvertida, el plan constaba de formar un par de lazos con uno que otro compañero de clase, sin ir demasiado lejos pero si lo suficiente para verse como una adolescente normal, sin embargo, ese plan se había hecho añicos demasiado pronto, pues, sin quererlo, comenzó a relacionarse demás con esta chica bonita de cabello rojizo, la cual para acabarla resultó ser demasiado popular, lo cual en automático la hacía a ella misma resaltar al permanecer en su compañía.
Aun si Allison lo tenía claro, no hizo nada para cambiarlo o frenarlo, así como no hizo nada para evitar enganchar a ella, a este chico moreno de ojos bonitos, cuyas habilidades en el Lacrosse eran excepcionales y ya tenían a más de uno gruñendo de rabia.
Por supuesto, como era de esperarse, tales actos trajeron como inevitables consecuencias un gran número de sermones, cortesía de su querido hermano adoptivo, el cual, como el paranoico que era había comenzado a formar en el interior de su cabeza unas mil situaciones hipotéticas, en las cuales, las recientes acciones de la chica los conducirían a un desastroso final.
Claro, como era de costumbre no fue hasta que Allison puso más atención a los nombres de cada uno de los chicos de aquel aparente grupito cualquiera, solo para apenas recordar porque estaban ahí.
Ella no debe acercarse demasiado a ellos, no debe formar lazos de amistad real con ninguno de ellos, aun si está aquí en modo pacifico, no debe de quitarse de la mente que ella, existe para mantener un equilibrio establecido, que su objetivo de vida es asesinar a aquellos que son exactamente como Lydia, como Kira...
Como Scott.
De un día para otro Scott se había convertido en una compañía demasiado entrañable, y tan solo a una semana de asistir, Allison ya sentía que no podía deshacer el aparente lazo en formación continúa que ya la ataba a él... a ellos.
Si Dante no habló ni enfureció más fue simplemente porque era todo lo que tenían, el pase para que él pudiese salir de las sombras y conocer a su hermano.
Stiles.
Stiles resultó ser completamente igual y a la vez tan distinto, resultó ser demasiado amable, sarcástico y divertido, sentía que estaba viendo a una especie de Dante libre de restricciones personales.
Y eso solo le hacía sentir demasiado preocupada, preocupada por la situación, por como pudiese resultar, como pudiese el chico reaccionar.
Antes de siquiera esperarlo, Derek Hale apareció en el umbral de su puerta, Allison hasta aquel momento no se había topado con él aunque la manada fuese demasiado relacionada al hombre, y esperaba no tener que hacerlo dado a que, aun si venían en son de paz, los Hale y los Argent tenían na historia compartida no precisamente bonita.
Antes de que pudiese reaccionar, queriendo sacar la daga decorada que siempre llevaba en el cinturón, había sido acorralada contra la puerta, de una manera no tan agresiva pero tampoco agradable, Derek Hale hizo brillar sus rojos en aquel tono azul tan frío como el hierro, presionó sus garras en la piel de su cuello, firme y amenazante pero sin lastimar, lo cual no hizo otra cosa más que confundirla pues, aun si nunca antes se habían visto cara a cara, si él estaba ahí, eso significaba que sabía cual era su apellido y eso debía haber sido razón suficiente para arrancarle la garganta sin contemplaciones.
La respuesta a la recién formulada duda llegó al instante, cuando un chico vestido en su totalidad de rojo y blanco entró, pasando de ambos, junto a él Derek la arrastró adentro, empujándola y dejándola caer al suelo para después cerrar la puerta tras ellos.
Allison se arrastró hacía atrás, extrajo la daga de su escondite y la alzó hacía enfrente al levantarse rápidamente, alerta y preparada para cualquier ataque, en el preciso momento en el que Dante había bajado las escaleras corriendo y sin titubear jaló el gatillo del arma que llevaba en mano.
Ninguno de los dos se dio el tiempo de admirar con atención el panorama, tan tenso y silenciosos, no hasta que la bala que había sido disparada en dirección al hombre lobo fue desviada, con tan solo un movimiento de mano y una especie de destello anaranjado, terminando en un jarrón de porcelana que solo había estado ahí, ocupando espacio.
El rostro de aquel chico finalmente fue descubierto, cuando retiró la capucha que lo mantenía oculto, revelando, exactamente los mismos ojos, las mismas facciones... todo aquello que definía a Dante.
Claudia Stilinski dio a luz a tres niños, no uno
Este no era Stiles, Stiles era totalmente humano, tampoco sabían quien era él, su nombre, pero si algo era seguro, es que ese chico era el tercer hermano, el tercer niño cuya existencia era afirmada por un expediente medico y ahora por la presencia física que tenían en frente.
- ¿En serio tenías que dispararle? es una pésima primera impresión -
Había hablado, tenía una sonrisa socarrona en el rostro, como si lo hubiese esperado y estuviese divertido con ello.
Allison quedó ahí, medio estupefacta, aun si era él ¿Que hacía junto a Derek Hale? Si el susodicho era también cercano a Stiles ¿Porque no le había dicho nada aun?.
Dante se quedó en silencio por unos segundos antes de preguntar - ¿Cual es mi nombre? -
Era evidente que trataba de asegurarse, aun si el rostro lo decía todo, en su mundo cualquier tipo de farsa era algo completamente posible.
- Dante Argent -
- ¿Mi edad? -
- 17 -
- ¿Tu nombre? -
- Stuart -
Finalmente, Dante metió el arma en su cinturón, Allison hizo lo mismo con la daga aunque un poco más lento, observando a su hermano, el cual se veía algo perdido y tenso.
- ¿Nuestro apellido? -
La pregunta del millón.
Ahí, Stuart sonrió de una manera mucho más genuina, parecía aliviado, luciendo demasiado pleno, como alguien que encuentra algo perdido hacía ya años, siendo ese algo, una pieza vital de si.
- Stilinski -
Extrañamente, todo en Dante pareció relajarse, dio un par de pasos adelante para estar más cerca del contrario, sin dejar de mirarle en total silencio por unos minutos que se sintieron eternos, expulsó el aire que sin saber había estado reteniendo, y abrió sus brazos, recibiendo al segundo entre ellos, a su hermano de sangre.
Acto que, sin que ninguno de los dos supiese, movería el mundo.
ESTÁS LEYENDO
Tres Almas [Stiles Stilinski] {Con Keelvin_94} EDITANDO/RESUBIENDO
FanfictionDolor, Lágrimas, Sufrimiento, Pesadillas. Esas son las cosas ocultas detrás del sarcasmo de Stiles Stilinski. Pero jamas espero que dos importantes personas, las cuales vestían su rostro, se meterían en su vida, destruyendo su castillo a su paso, ec...