Tres Almas [Stiles Stilinski] {Con Keelvin_94} EDITANDO/RESUBIENDO

Problema I

- ¿Stiles? -

Los vellos de la nuca se le erizaron y sintió el instinto de alerta inundarle, analizó a quien tenía enfrente de pies a cabeza, determinando una posible amenaza y un juicio pequeño pero factible.

Alto, moreno, cabello negro y ojos verdes.

Cruzaba los brazos mientras su ceño se fruncia, tanto que de estar en una situación diferente probablemente se habría reído de aquella expresión.

- ¿Que? No, no soy Stiles - negó el hechicero inmediatamente, para luego reaccionar en aquello, reparando en el hombre que tenúa en frente como un posible boleto directamente a su destino, alzando la mirada para después preguntar - Espera ¿Sabes donde está? ¿Lo conoces? -

El otro le miró con una clara confusión y también irritación, su ceño se frunció aún más - ¿Que crees que haces? ¿Estás jugando? -

Negó con la cabeza nuevamente para después comenzar a hablar, parecía ridículo pero, la verdad era todo lo que tenía, y si el otro quería o no creerle, Stuart igual conseguiría lo que quería - Mira, no se quien seas, pero yo no soy Stiles, mi nombre es Stuart, hechicero nacido, aprendiz de las artes mágicas - Siguió presentandose de manera formal, como acostumbraba a hacerlo - Si me dices donde encontrar a mis hermanos, podré recompensarte con lo que tu corazón más anhele... Ayudame, y tendrás lo que sea que desees -

...

- ¡Allison! ¿Estás lista? -

Dante acababa de terminar de vestirse y prepararse tanto física y mentalmente para lo que estaban por enfrentar, se encontraba cerrando una mochila de tela oscura y escondiendo una daga en su cinturón. Se suponía que irían ahora a matricularse en la preparatoria del condado, algo de lo más normal, dos adolescentes estudiantes, la mejor táctica posible para no levantar sospechas en nadie, de manera que nadie pudiese descubrir que eran cazadores y no poner sus vidas en riesgo.

- ¡Ya voy! - la castaña bajó las escaleras corriendo a pasos agigantados. Arreglandose el cabello al mismo tiempo - Ya, ya estoy -

Dante le miró con una ligera diversión, pareciendole tan tierna como siempre y asintió en respuesta, colgando la mochila en su espalda, sintiendose extraño de inmediato ante tal acción, tan mundana y poco habitual, soltó un largo suspiro - Quizás lo encuentre ahí, Ali - comenzó a decir, agachó la cabeza y miró directamente al suelo -¿Que haré en ese caso? No puedo simple llegar y decir que soy su hermano - se acomodó las gafas de sol, que habían resbalado por el puente de su nariz al bajar la mirada.

- Le dirás la verdad. Eso harás, tienes que hacerlo. No es como que tengas otra opción en realidad - respondió la chica de modo suave, y Dante supo que tenía toda la razón, no había otra manera, ni otra opción de hacer las cosas, no cuando se cargaban el mismo rostro - Tomatelo con calma Dante, es lo mejor que puedes hacer -

El mencionado suspiró, no muy seguro con aquello pues a pesar de saberlo bien no estaba conforme con ello, igual el chico seguramente se desmayaria tan solo al verle... quizá podría morir de un ataque ¿Quién sabía? No todos los días te encontrabas a alguien idéntico a ti.

Asintió en señal de rendición mientras tomaba la mano de la castaña, entrelazanso sus dedos entre los suyos y arrastrandole fuera de la casa Argent de una vez antes de que la duda le carcomiese y le hiciese retroceder cuando ya habían llegado tan lejos.

En el auto, la mente del joven se perdía en sus pensamientos una vez más, no sabía que hacer, ni como sentirse al respecto, conocería a su hermano, alguien de su misma sangre, familia biológica... Una copia de si mismo pero con una coraza diferente.

Tenia muchas dudas revoloteando en su cabeza y varios sentimientos envolviendo su corazón.

Pero como de costumbre, su rostro, no expresaba nada en lo absoluto, viéndose tan tranquilo como siempre, serio e indiferente.

Así era él, ese era su mecanismo de defensa.