Capitulo 2

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Mientras caminaban hacia el salón comedor, Wei Ying no pudo evitar burlarse de Lan Zhan haciendo comentarios que sabía que lo harían sentír incomodo. Comenzó comparando el tamaño de las espadas mientras jugaba con Xubian, hablando de lugares estrechos a los que una persona podía entrar, y comentando que había descubierto otro método de relajación que podía dejarte más cansado que los usuales practicandos en la secta Gusu.

Cuando llegaron al comedor ya estaban comenzando a servir la cena; una combinación de sopa de raíz y ensalada de hojas verdes. Lan Zhan mantenía una postura recta y su rostro sereno, mientras Wei Ying sonreía y hablaba sin parar.

Lan Zhan debía sentarse a un lado de Lan Xichen en los lugares principales del salón, mientras Wei Ying debía acudir con Jiang Cheng con el resto de su secta. Sin poder prolongar más el tiempo juntos, ambos procedieron a sentarse respectivamente en sus asientos.

- ¿Por qué llegaste a esta hora? - le interrogó Jiang Cheng en cuanto tomó asiento - Menos mal que llegaste con Lan Zhan, creí que ya estabas haciendo de las tuyas por receso de las nubes.

- Claro que no, con Lan Zhan cuidándome qué podría hacer - contestó de manera burlona guardando su secreto como una broma privada.

- Entiende ésto Wei WuXian, Lan Zhan no te tolera, si continuas molestándolo va a quejarse con su tío para que ya no sea él quien tenga que lidiar contigo...

- Yo no creo eso - interrumpió Wei Ying con mucha seguridad, lanzando una mirada furtiva a Lan Zhan quien comía sus alimentos de manera tranquila y silenciosa. Sin poder evitarlo sonrió.

- Si su tío decide ser quien te asista en tus castigos, buscará cualquier oportunidad para echarte de receso de las nubes... y no volverás a ver a tu adorado Lan Zhan - finalizó Jiang Cheng al notar la sonrisa que Wei Ying lanzaba en dirección a los asientos principales.

Aquel comentario logró su objetivo y le borró la sonrisa.

- Ya basta Jiang Cheng. De por sí esta comida es mala y ahora estás tú con tus comentarios estúpidos ¿Qué buscas? ¿Arruinarme el apetito? - Wei Ying se llevó una hoja verde a la boca y la trago con dificultad, sin embargo no pudo evitar pensar en las palabras de Jiang Cheng. Aquella combinación le provocó una amargura en la boca que lo obligó a buscar en sus memorias algo agradable apareciendo el último momento con Lan Zhan, solo así logro sobrevivir a la sopa de raíces.

Sin embargo en la noche, con la tranquilidad que reinaba en aquel lugar, no pudo evitar atormentarse con aquellas palabras. Desde que había llegado a Gusu no había hecho otra cosa más que buscar problemas, ya fuera de manera voluntaria o no. Y era un hecho innegable que Lan QiRen lo detestaba, no sería de extrañar que buscara cualquier oportunidad para echarlo de descanso de nubes.

La idea de irse le habría causado una gran ilusión esa misma mañana, pero las cosas habían cambiado y solo pensarlo lo hacían sentirse enfermo. No podía marcharse ahora que él y Lan Zhan habían comenzado algo. Todo aquello era nuevo y desconocido, a decir verdad nunca se imaginó encontrárse en una situación así mucho menos con alguien como Lan Zhan. Pero ahora que ya habían comenzado, no quería perderse nada de lo que ambos pudieran experimentar. Así que definitivamente no le daría pretextos a Lan QiRen para que lo echarán de Gusu.

Pensar en ese rechazo que recibía por parte de Lan QiRen le hizo comprender que si éste no lo quería como estudiante, mucho menos le agradaría que fuera compañía de su discípulo favorito. Todos esos pensamientos lo hacían dar vueltas en su cama, tenía tantas cosas que decir y solo una persona podría escucharlo.

De manera instintiva se levantó y decidió salir por la ventana, pero justo cuando se disponía a arrojarse por ella se dió cuenta que probablemente eran las once de la noche y deambular a esa hora por Gusu estaba prohibido.

La frustración lo hizo regresar a su cama, tomó una almohada y hundió la cara en ella hasta que le dolió. Cerro los ojos para tratar de relajarse y dejárse llevar por el aroma del incienso, pero el olor a sándalo solo logró que Lan Zhan apareciera en su cabeza.

Automáticamente se llevó los dedos a los labios y en su mente apareció el recuerdo del último beso que compartieron. Despacio, deslizó su dedo índice y medio hasta su cuello pensando en los labios de Lan Zhan. Continuó bajando hasta su abdomen recordando que hasta hace una horas estaba bañado en su propio placer provocado por las embestidas de jovén jade. Descendió aún más hasta llegar a su pelvis, descubriendo que su miembro ya estaba firme solo de recordar. Wei Ying sonrió y quitó su mano para colocarla detrás de su cabeza

<<Esa parte se la dejaré a Lan Zhan>> pensó y al fin pudo conciliar el sueño.

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