Capitulo 10

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Dándoles la espalda, Wei WuXian se dirigió a gran velocidad hacia su habitación para buscar a Suibian.

- A-Xian, espera

-¡Wei WuXian ¿Qué vas a hacer?! - gritó Jiang Cheng

-¿Qué voy a hacer? Obviamente iré a buscar a Lan Zhan - la voz de Wei WuXian sonaba peligrosamente grave.

- ¿Y a dónde irás a buscarlo? No hagas locuras.

- ¿LOCURAS? ME ESTÁS DICIENDO QUE LAN ZHAN Y SU HERMANO ESTÁN DESAPARECIDOS DESPUES DE HABER SIDO ATACADO POR LOS WEN Y QUIERES QUE NO HAGA LOCURAS.

-A-Xian, tranquilizate - con voz quebrada Jiang YinLi intervino entre sus hermanos.

- Ves hermana, por eso no quería decirle nada.

Pero antes de que Wei WuXian pudiera responder la figura de Jiang FengMian apareció frente ellos.

- ¿Qué sucede aquí, por qué tanto grito?

- Padre

Mirándose los unos a los otros decidieron callar, así Jiang FengMian aprovecho la oportunidad.

- Ustedes dos, siganme. A-Li tú... Tu también sígueme.

A diferencia de otros clanes, Jiang FengMian siempre permitía la presencia de su hija durante las reuniones. Quizá se debía a qué la fuerte personalidad de su mujer le demostraba que las mujeres realmente eran fuertes o simplemente a que era un hombre que apreciaba a su hija y tenía una mentalidad más moderna

Una vez reunidos en la sala principal, los invitó a sentarse.

- Supongo que estarán enterados sobre el ataque a receso de las nubes - Wei WuXian apretó un puño mientras por su mente aparecían las delicadas escenas de los paisajes de la secta Lan. Imaginarlas envueltas en llamas le provocaba una rabia que le hacía querer salir corriendo a buscar a Lan Wangji - Ésta mañana he recibido una carta por parte de la secta Wen donde solicita que todos las sectas enviemos a nuestros primogénitos y discípulos principales a recibir la doctrina Wen.

Al escuchar lo que Jiang FengMian había dicho, los tres se quedaron asombrados.

- Y tú enviaras a tu único hijo y heredero al matadero con los Wen.

Una voz femenina pero fuerte se escuchó desde la puerta. La dama de muelle de loto, Yu Ziyuan siempre había sido una mujer imponente, causando miedo a quienes la conocían, principalmente a Jiang Cheng quien le temia como la amaba.

- Aunque enviar únicamente a Wei WuXian no sería una buena opción - bufó la dama Yu y acudió a sentarse a su lugar designado en la sala.

- Si, deseo ir - levantándose de su lugar, Wei WuXian encontró la oportunidad perfecta para buscar a Lan Wangji.

- ¿Dejarte ir solo? Después de todos problemas por los cuales nos has hecho pasar con tus locuras y amoríos. Vivo con la vergüenza de albergar a un manga corta en mi casa y ruego por que nunca se sepa tu aventura en receso de las nubes.

Un comentario así le provocaría vergüenza a a cualquiera, pero Wei WuXian tenía el rostro bastante grueso, y después de años escuchando críticas de la dama Yu había aprendido a ignora su voz.

- Déjame ir tío, es mi deber como discipulo cumplir con los deberes de la secta Jiang.

- Si, vas a ir - determinó Jiang FengMian - acompañarás a A-Cheng a recibir la doctrina Wen.

- Gracias tío...

- Pero no quiero que te acerques a la secta Lan - interrumpió su tío mirándolo severamente.

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