Desde Atrás

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14 de febrero del 2019

Día del amor y la amistad, JeongYeon se encontraba revisando su celular en la sala de prácticas de la empresa, pronto sería el comeback y repasaban la coreografía.

El día anterior se habían quedado hasta tarde con la grabación de unas tomas para el MV, así que el día de hoy solo practicarian unas horas y podrían ir al dormitorio.

Luego de un pequeño descanso de 5 minutos, retomaron la coreografía, cada una en su lugar correspondiente.

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Ya estaba lista en mi lugar, concentrada, no sé que me hizo direccionar mi mirada hacia donde se encontraba Nayeon, estuve mirándola por escasos segundos hasta que se percató. Me dio esa hermosa sonrisa que tiene y que se que es solo mía para luego guiñarme. Listo ya no me podre concentrar lo que queda de la práctica.

Ella sabe lo que ocasiona, porque su notoria carcajada se escuchó en todo el lugar. Dios, que vergüenza.

El resto del tiempo pasó rápido, que ni cuenta me di cuando ya estábamos rumbo a la salida de la empresa, creo que debí dormir más, ando mas muerta que viva.

Entramos a la van y me senté en la parte de atrás, mientras las demás subían le envie un mensaje a mi papá para confirmar si ya estaba todo listo para la cena de esta noche, estaba esperando la respuesta cuando sentí un peso en mi hombro derecho, era Nayeon que me veía con pura curiosidad. Por suerte alcance a apagar el celular.

Entrelace nuestros dedos y le di pequeño beso en la frente, ella solo me dio una tierna sonrisa para luego cerrar sus ojos.

Estaba cansada.

El viaje no fue tan largo, una vez llegamos nos bajamos "ordenadamente" Nayeon y yo bajamos de últimas, aún con nuestras manos entrelazadas entramos a nuestro hogar.

Veía como las demás prendían la televisión, iban a la cocina o simplemente a sus habitaciones todo eso de manera rápida ya que estaba siendo arrastrada hacia la habitación. Vaya que tienes fuerza coneja.

Una vez dentro de la habitación, Nayeon se tumbó en la cama, arrastrándome con ella, mi cuerpo la cubrió completamente, abracé su cintura y ella rodeó mi cuello con sus brazos.

Luego de un día ajetreado estar así era lo único que necesitaba.

Me salí de encima para colocarme al lado, luego la volví abrazar pero esta vez con ella encima de mi. No sé cuánto tiempo llevábamos en la misma posición, yo acariciando su cabello mientras sentía su respiración en mi cuello, hasta que su voz me volvió a la realidad

-Jeong, gracias por la carta-dijo mientras se abrazaba más a mi, lo dijo tan suave que si no estuviéramos tan cerca no le habría escuchado. -Siempre siendo tan cursi- le di un pequeño golpe en la espalda-¡Auch! Respetame soy mayor que tú.

-Me pongo romántica y tu mamona-Su melodiosa risa se hizo presente en la habitación, no pude evitar sonreír bobamente. -Por cierto Nay, mueve tu trasero a la ducha que tenemos una cita- su cara era una mezcla de sorpresa y emoción.

Se levantó de golpe caminando rumbo al armario-¡Recién se te ocurre decirme!-lanzaba la ropa por todos lados, parecía gallina arando para alimentar a sus pollitos, la risa salió sin quererlo-¡No te rías!-Su "fulminante" mirada casi me mata pero de la ternura. Sin más se encerró en el baño. Ya era hora que se duchara.

Dos horas más tarde ya nos dirigíamos al restaurante, sentí como si alguien nos observara pero lo descarté, quizás sean los nervios.

Papá nos recibió con un cálido abrazo, la cena estuvo perfecta, comimos y bebimos tranquilamente luego de eso conversamos con mi papá hasta que nos retiramos.

Entre risas y canciones desafinadas regresamos al dormitorio casi a media noche, fue un lindo día, realmente lo necesitábamos.

Cuando entraba al garage sentí nuevamente que alguien me observaba, pero no logré ver quien era.

Llegamos a la habitación dispuestas a descansar, Nayeon se dirigió al baño mientras yo me dispuse a llevar el ramo de rosas que anteriormente me había obsequiado a otro rincón de la habitación, ya que no me dejaba colocar mi celular para que cargara.

Ya con nuestras pijamas puestas nos dispusimos a dormir, aunque le preocupaba la sensación de antes, sacudio su cabeza suavemente no quería despertar a Nayeon.

-Quizás solo estoy imaginando cosas-susurró antes de quedarse completamente dormida.

Lo que JeongYeon no sabía es que si había alguien observando.