El sol ya se había ocultado y Laura sigue sin despertar. Con cada hora, mis esperanzas de desvanecen. Vanessa no se ha movido de aquí, igual que yo, y mis hermanos no han aparecido en todo el día, cosa que me ha extrañado mucho, pero no le tomé mucha importancia. La melodía de mi teléfono avisándome que tengo una llamada rompe el silencio que ha reinado desde hace algunos minutos. Miro el número y veo que es mi madre, me disculpo con Vanessa y salgo de la habitación para hablar con más calma.
- Hola mamá- Contesto.
- Ross, soy Riker- Me responde.
- ¿Riker, qué haces con el móvil de mamá?- Le pregunto extrañado.
- Escucha, necesito que vayas a la segunda planta del hospital, en la habitación 219, no preguntes solo ven, es importante.- Dijo Riker muy serio, pero había un matiz en su voz que denotaba tristeza.
- Pero...- Iba a preguntar.
- Ross, solo haz lo que te he dicho- Me dice con voz dura.
- Vale, ahora voy.- Le respondo y cuando me iba a despedir, Él ya había colgado. Regresé a la habitación para avisar a Vanessa.
- Vanessa, me ha llamado Riker y me ha pedido que vaya a una zona del hospital. No tardaré mucho, si hay cualquier cambio avísame, por favor- Le pedí.
- Claro, yo me quedo con ella. - Me dijo con una media sonrisa.
Salí de la habitación y fui casi corriendo al lugar que me pidió Riker, no tardé mucho ya que estábamos en la misma planta. Antes de girar en la esquina que me llevaría al pasillo de la habitación vi a Riker apoyado en la pared con la cabeza agachada.
- Riker. - Lo llamé cunado me acerqué.
- Ross- Dijo y levantó la mirada. Su expresión sombría y sus ojos levemente rojos me dieron a entender que algo malo había pasado.
- Riker, ¿Qué ha pasado?- Le pregunté temeroso, pero él no respondió y sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas. Entonces recordé que Riker me había llamado con el teléfono de mamá, y el miedo me inundó.- Le ha pasado algo malo a mamá, por eso me has llamada desde su teléfono.- El silencio de Riker aumentaba mi miedo y le grite.- Joder, Riker, ¡Contéstame!
- No, mamá está bien- Empezó a decir Riker y sus palabras hicieron que me tranquilizara.
- Entonces, ¿a qué viene esa cara? - La intriga por el silencio de Riker, me estaba poniendo nervioso.
- Por la mañana, me ha llamado Rydel. Había ido a casa de nuestros padres, porque mamá no contestaba el teléfono y estaba preocupada- Riker tomó aire para tranquilizarse- Cuando ha llegado encontró a mamá llorando en el salón y a papá tumbado en el sofá inconsciente.
- ¿Cómo?- Dije con dificultad por el nudo en la garganta que se estaba formando en mi garganta.- ¿Y cómo se encuentra ahora?
- Rydel llevó corriendo a papá al hospital junto con mamá, pero ella no dejaba de llorar- Continuó hablando Riker, sin contestar mis preguntas- Los médicos atendieron rápidamente a papá y lo internaron. Para entonces yo ya había llegado. Después de unos minutos un médico que al parecer conocía a mamá, nos explicó la situación de papá. Él está enfermo- Dijo Riker con voz rota- Lleva dos años enfermo.
- ¿Qué tiene?- Pregunté con miedo.
- Hace dos años le detectaron una mancha en el pulmón derecho, que al parecer era un tumor. Siguió un tratamiento que evitó que se extendiera y pensaban operarlo, pero el tumor se había extendido llegando a rodear la vena Orta, por lo que no pudieron extirparlo, pero siguió con el tratamiento. Hace unos meses los médicos le avisaron que la medicina ha dejado de funcionar y el tumor se ha extendido por casi todo su organismo. Le dieron tres meses de vida.

ESTÁS LEYENDO
Quedate
Storie d'amore- Por favor, Laura, despierta- Toda mi felicidad se desvanece rápidamente sin que pueda evitarlo, de un día a otro.