Tú, yo y...

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Narra Ross: Presente

- Hey, mira quién viene por ahí.- Dijo mi hermano señalando detrás de mí, me giré y vi a dos personas acercándose.

- Al final vino.- Dije resignado para mí mismo más que para Riker.

- Ya sabes como es. El otro día dijo que vendría y aquí está.- Comentó Riker.

 - Hola- Saludó una voz femenina.

- Laura, son las 8 de la mañana, no deberías estar aquí, sino en casa descansando.- La regañe, pero ella no borró su sonrisa.

- Claro que tengo que estar aquí, hoy es un día importante para ti y quería estar a tu lado.- Contestó.

- Pero el médico dijo que tenías que descansar, todavía no estás del todo recuperada.- Le advertí.

- Ese médico solo exagera, estoy completamente bien. Nunca me he sentido mejor, el tratamiento funcionó y ya estoy bien. No te preocupes.- Me dijo con una sonrisa y acercándose más a mí.

- Sabes que todo lo que te digo es por tu bien, no quiero perderte.- Le dije acariciando su mejilla.- Además pensé que no tendrías ganas de venir, mañana se cumple un año de lo del bebé.

- Lo sé.- Dijo con una mirada triste.- Pero aunque recordarlo me pone triste ya sabes que no todo salió mal. Quiero estar aquí, tu padre fue una de las personas más importantes en mi vida, y se lo prometí a Stormie.

- Si dices que estás bien te creeré. Gracias por venir, significa mucho.- Dije besando sus labios, pero una risa nos obligó a separar.

- Además, este pequeño estaba deseando ver a su padre.- Dijo Laura mirando al precioso bebé rubio, de ojos chocolate que traía en brazos.- A que sí, Mark, a que querías ver a papá.- Le preguntó al bebé que solo reía. Ver a Laura con ese bebé en brazos me sacó una sonrisa, y recordé ese día.

Flashback:

- ¿Me está diciendo que lo perdido, qué nuestro hijo nunca nacerá?

- Bueno, más o menos.- Dijo el médico pasando una mano por su pelo.

- ¿Qué quiere decir doctor?- Preguntó Vanessa con las lágrimas recorriendo sus mejillas.

- Verán, la señorita Marano estaba embarazada de mellizos, y ha perdido a uno de los bebés, pero el otro está estable, aunque será un embarazo de riesgo.- Dijo el médico dejándome sin palabras. Me sentía dividido, sí que había perdido a un hijo, pero todavía había otro que puede que viva.- Esto no quiere decir que ese bebé llegue a nacer, tiene solo un 40% de posibilidades de que salga adelante. Hemos estado hablando con el cardiólogo y ginecólogo y hemos llegado a la conclusión que puede que su embarazo de riesgo afecte negativamente a la paciente.

- Pero sí que hay posibilidades de que todo salga bien y los dos salgan adelante.- Pregunté.

- Sí, pero son baja. Le aconsejo que cuando la paciente despierte no le diga que ha perdido a uno de sus bebés, eso puede ser mucho para su corazón.

- De acuerdo. Gracias por salvarla.- Le dije dándole la mano.

- Es mi deber. Esa chica me recordó tanto a mi hija, que no pude dejar que se marchara tan fácilmente. Bueno, debo marcharme. A partir de ahora la recuperación la llevará la doctora de la señorita Marano, me despido y espero no verlos por aquí en mucho tiempo.- Dijo con una sonrisa. Ese médico era el feje de urgencias, y su comentario me hizo sonreír.

Fin flashback.

- Ven aquí campeón. Quiero que conozcas a alguien.- Dije cogiéndolo en brazos, todavía me parecía mentira que ese pequeño de 5 meses estuviera ahí con nosotros. El médico tuvo razón, el embarazo de Laura fue muy complicado, literalmente paso todo el tiempo en el hospital, y todo se complicó cuando descubrimos que la operación que curaría totalmente su corazón no se pudo hacer a causa del embarazo. Ella insistió en no operarse y el mismo médico de esa ocasión nos propuso un método alternativo. Al final, el bebé nació a los 7 meses y medio y Laura pudo empezar el tratamiento que la curaría, aunque sería un largo proceso.- Mark, él es tu abuelo, llevas su nombre en su memoria. Papá él es Mark, mi hijo, siempre le hablo de ti como te prometí.- Dije mirando la tumba.

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