Estuve inconsciente durante bastante tiempo, porque cuando desperté y mire por una pequeña ventana, observe que ya era de noche, intente mover mis extremidades pero estaban atadas cada una a un extremo de la cama. Intente concentrar mi mirada en alguna otra cosa, pero el foco de la habitación me mareaba. Entonces llego un sujeto que no conocía, de cabello negro y revuelto, bastante más alto que Tsukishima. Él me dijo que el rubio no estaba en esos momentos en aquella casa. Yo aún estaba medio inconsciente y solo pude preguntar quién era él, y por qué me encontraba en ese lugar...
—Soy el novio de Tsukki...é-él me dijo que lo ayudara con esto...no pude negarme...él es muy inestable y no quiero que se lastime a si mismo...p-pero tampoco quería lastimarte...lo siento mucho —se disculpó y me dio gracia en mis adentros ¿Qué clase de disculpa se suponía que era eso?
También me advirtió que Tsukishima era muy peligroso, que en ocasiones no solo intentaba suicidarse, sino también solía ser manipulador y si alguien no hacia lo que él quería, él explotaba con un arranque de ira, admiré el cuello del pelinegro y pude notar unas heridas frescas, comprendí que Tsukishima no sólo era peligroso hacia el mismo, sino hacia los demás, pero eso, de forma inconsciente, ya lo había experimentado de primera mano.
Kuroo era el apellido del novio de Tsukishima, este tipo había esperado el momento exacto para noquearme con un bate de béisbol, obedeciendo las órdenes del rubio. Kuroo colocó hielo sobre mi cabeza para calmar mi dolor, era un tipo grande e intimidante, aún más que Tsukishima, sin embargo se comportaba como un cachorro débil y sumiso. Quizás era por eso que su novio se aprovechaba de él y lo obligaba a hacer cosas que no quería. Bueno ese fue un pensamiento que tuve mientras la mano del pelinegro paseaba por mi cabello con una mirada triste y preocupada.
Poco a poco mi mirada se podía concentrar en un solo punto, cada vez más tenia control sobre mi cuerpo y a pesar de que mi cabeza ardía aún por el golpe, empezaba a entender con mayor claridad la situación en donde me encontraba. Había sido secuestrado por un loco y su novio sumiso, y probablemente no volvería a mi casa con mi querida madre.
Justo antes de interrogar más consciente al pelinegro, escuché la perilla de la puerta girar. Tsukishima entró como si nada malo ocurriera en esa habitación mientras cargaba con una mano una mochila negra, ignoro completamente al sujeto que se hacía llamar su novio y sus ojos se posaron inmediatamente en mí.
—Te dije que te castigaría Yama-chan —dijo mientras abría con un solo movimiento aquella mochila.
—¿Qué es lo que quieres de mí? Si no me sueltas ahora, mi madre llamará a la policía y darán contigo...—de alguna manera la adrenalina se había apoderado de mi cuerpo y pude concretar aquellas palabras.—¿Policía? ¿Quizás quieras hablar con el jefe de policías, padre de Tetsurou? —Insinuó Tsukishima mientras apuntaba al chico pelinegro, mis ojos se abrieron al instante, lo entendí perfectamente, no había sido nada al azar, Tsukishima había encajado las piezas para llegar a este momento. Me tenía.
Tsukishima le ordeno al pelinegro que me cubriera la boca con una mordaza en forma de bola, aunque intente impedírselo su fuerza era superior y abrió mi boca para introducir aquel objeto impidiéndome gritar. Me desamarraron de la cama y comenzaron a desnudarme, sin embargo ambos me detuvieron para volver a poner las cuerdas de diferente manera sobre mi cuerpo, mis manos quedaron detrás de mi espalda y mis piernas bien juntas cubiertas por sogas que me impedían realizar cualquier movimiento. Tenía un fuerte presentimiento que quería ignorar de lo que iban hacer conmigo...
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El secreto amor de Tadashi (Pausado)
Fiksi PenggemarYamaguchi Tadashi es un alumno promedio, no sobresale sobre del resto de los estudiantes en ninguna actividad sin embargo lo único que lo distingue son las pecas que tiene en el rostro. Sin embargo esto no es lo que cree el admirador secreto de Tad...