𝟶𝟻. ━𝚒 𝚑𝚊𝚟𝚎 𝚚𝚞𝚎𝚜𝚝𝚒𝚘𝚗𝚜.

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Isla de los Perdidos.
Presente:

De un lado a otro en aquella sombría habitación caminaba Evie. Sus manos en sus caderas y su respiración disparada a más no poder eran su mejor forma de demostrar los nervios que sentía. Se giraba impacientemente y amenazaba con gritarle a Mal en cualquier momento, luego razonaba y sabía que no tenía derecho a hacerlo, pero al menos una reprimenda le daría, de eso estaba segura porque no le dejaría pasar por alto aquel acto de irresponsabilidad. Volvía a girarse y respiraba hondo para calmarse. La paciencia siempre fue su mayor virtud, y con Mal, le hacía falta una tonelada de esta.

—¿Pueden darse prisa en vestirse al menos? —Estaba enojada, Mal lo sabía. Raramente Evie lucía esas expresiones, y quizás su enfado era debido a sus valores. Mal tendría que aguantar la charla un buen rato.

—Sí, majestad.

Evie saltó el sarcasmo sabiendo que Mal estaba afectada aún por el alcohol que había tomado. La conocía y sabía también que esas burlitas tontas sólo las decía borracha.

Borracha. Mal estaba borracha.

Maldeció y miró a Harry con ira.

—¿Dónde tenías la cabeza, Hook? —Harry permaneció quieto, estaba bastante serio, cosa poco común en él. No era de escuchar quejas, pero sentía que en el fondo no había sido nada decente su comportamiento—. ¿No ves que está borracha?

—No exageres, Evie. —Mal se sentaba envuelta en una sábana vieja sobre el sofá. Tenía un fuerte dolor de cabeza y se le notaba—. Soy consciente.

—Claro. —Caminó hacia ella con las manos en las caderas—. Y cuando llegué hace media hora no estabas teniendo un ataque de bisexua-

—Basta ya —Mal la interrumpió. Segundos después se llevaría la mano del rostro harta de los comportamientos sobreprotectores de Evie—. Harry.

El pirata parpadeó sin entender bien. Miró a la chica de cabellos rosados buscando saber por qué lo había nombrado. Fue suficiente ver el pequeño gesto hecho por la cabeza de Mal indicándole que se fuera de allí. Gruñó entonces y se agachó para recoger su garfio con una expresión de notable molestia; resultaba que el día en que por fin podía tener a Mal de nuevo, llegaba alguien a interrumpir cuando estuvieron a nada de iniciar el segundo round. Tenía ganas de lanzar a Evie por la ventana, aunque de cierto modo no podía y lo sabía. Mal no se lo perdonaría nunca. No todos los días podemos salir ilesos de asesinar a nuestra cuñada, o eso pensó Harry...

—Nos vemos.

Evie lo vio acercarse a la puerta y recordó algo: Jay, Carlos y Ben... Ben. Ben estaba allá abajo. Él estaba allí también. Esto último la hizo salir del trance en el que estaba. Abrió los ojos pardos de par en par y tartamudeó. ¿En dónde tenía la cabeza?

—¡P-por la ventana! —Harry se giró y la miró; Mal también, pero a diferencia de él, ella sí instuía quién estaba abajo de sólo verle la cara a su mejor amiga. Así lanzó un sonoro bufido la peli-rosa y Harry arqueó una ceja empuñando aquel garfio. Evie se mantuvo erguida—. Sal por la ventana.

—¿Y por qué?

—Porque Jay y Carlos están abajo y no quieres ganarte una paliza.

—¿Y qué tiene que ver eso? —Y parecía no importarle. Su cinismo se reflejaba en aquella sonrisa maniática común en él. Evie sintió escalofríos cuando Harry se giró a la puerta. Definitivamente Ben no podía ver aquello.

—Siempre e-

—Harry. —No tuvo de otra que girarse. Mal lo fulminaba con sus inexorables ojos verdes cargados en un frío que le quemaba la piel. La única cosa a la que Harry Hook respetaba en toda su vida, era aquel fúlgido color esmeralda resplandeciente en imponencia de sus ojos—. Ahora.

𝚂𝚑𝚎 𝙻𝚘𝚟𝚎𝚜 𝙲𝚘𝚗𝚝𝚛𝚘𝚕. ━𝙼𝚊𝚕𝚛𝚛𝚢.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora