Capítulo 6

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Finalmente gasto el último cartucho lo que hizo fue ver lo que le habían hecho a los niños, pero habían quedado completamente irreconocibles, no tenían brazos ni pierna, se los habían comido crudos aún estando concientes, se arrodilló en medio de la masacre que causó y solo se limito a golpearse la cabeza mientras se culpaba una y otra vez, Mika por su parte trataba de levantar a nuestro protagonista, ya al final pudo tranquilizarse un poco y fueron a enterrar el cadáver de los niños, regresaron al campamento y Ethan al ver a sus compañeros les pregunto

-¿Que tal les fue?

-...

Ethan al ver los rostros de sus compañeros ya se había hecho una idea de lo que había pasado, solo se limito a quedarse callado en su camilla.

Todo iba de mal en peor, empezaban a surgir mafias de caníbales que se comían a los enfermos y a los débiles, a quien estuviese solo, al la mujer, al niño, etc, sus partes favoritas eran los pechos de mujer, muslos y glúteos, se la comían cruda por qué si hacían un fuego podían ser descubiertos por los guardias, Mika no podía dormir sabiendo que había gente matando y muriendo, constantemente al igual que Viktor daba su comida a los más hambrientos y ya no era por ser descubierta por sus compañeros sino por los mismos caníbales, patrullaban por lo más profundo del bosque, mientras veían trozos de carne humana y cuerpos enteros colgados en las ramas de los árboles, Mika Strekoznova dejaba de vomitar tan seguidamente, sonaba loco pero, aunque fuera muy difícil de creer se estaba acostumbrando, al final del mes, murieron alrededor de 4000 personas de las 6000 que embarcaron.

Una vez estaba Viktor Petrov con un grupo de soldado para dar muerte a una mafia de delincuentes que se apropiaban de gran parte de la harina que se enviaba y que secuestraba gente para comérselas, la mafia era liderado por Oleg Federev Volkev, un delincuente acusado de traición hacia la Madre Rusia, se adentraron a la gran inmensidad del bosque, el frío viento impactada con las ramas sacudiendolas constantemente haciendo menear los pedazos de carne humana que estaba atado en las ramas, las hojas secas que estaban en la nieve volaban en todas direcciones cuando el viento venía, Viktor Petrov y sus compañeros estaban con fusil en mano bien atentos a lo que pasaba a su alrededor, hasta que de repente vieron a lo lejano del oeste a un delincuente correr hacia al campamento de Oleg Federev Volkev cargando una pierna humana en su hombro, el torpe no se había dado cuenta de que habían militares y sin que esté se diese cuenta lo seguían, llegó al campamento y llamo a sus compañeros, poco a poco todos iban saliendo de las tiendas improvisadas compuesta por ramas para llevar toda la comida al almacén de alimentos

—Muy bien Melor, haz hecho un buen trabajo—dijo Oleg Federev Volkev saliendo de una de las tiendas—pues ahora que esperan, ¡A comer!—Finalizo diciendo levantando un coro de alegria

Se sentaron en el suelo y se dispusieron a comer pero su desayuno fue interrumpido por una voz ordenando que se pusieran de rodillas con las manos en la nuca, eran los militares que venían a darles muerte, uno de los delincuentes saco una pistola que estaba escondida en la nieve y apenas la saco  del suelo recibió varios impactos de bala de parte de los soldados, en medio de los disparos los delincuentes se esparcieron en el inmenso bosque, el jefe del pelotón mando a qué grupos pequeños de soldados fueran a por cada uno de los delincuentes, Viktor Petrov y Ethan Bubak fueron a por el jefe de la mafia, corrieron tras el esquivando árboles y saltando bajo los que estaban ya en el suelo, Ese Oleg si que corría, hartos de la situación le dispararon, pero de las tantas balas que se le disparo solo una dió en el blanco, Oleg Federev Volkev cayó al suelo gimiendo de dolor mientras trataba de tapar la hemorragia de su pierna

—Ya llegó tu hora—dijo Viktor Petrov apuntándole con su fusil

—¡Coño!, Esperen, yo no traicione a la gran madre Russia, ellos matan gente inocente

—¿Espera, que?

—Tu que le escuchas a ese cabrón Viktor—dijo Ethan Bubak en voz fuerte

—Yo solo proteste contra los asesinatos...

No pudo acabar de hablar cuando Ethan Bubak le soltó 3 tiros en el abdomen matándolo al instante

—¿Que era lo que decía aquel desgraciado?

—Pues la verdad no sé, no te dejes engañar por el, no olvides como el convencía a la gente para que se uniera a su mafia y cuando estos decidían entrar a su mafia los adentraba al bosque y allí lo mataban

Hubo un silencio incómodo en medio del cadáver que tenían al lado pero al final se reagruparon en su base.

Antes de irse de la isla Mika Strekoznova dejo un Jacinto Púrpura ya marchita en el suelo donde se habían cavado las fosas comunes.

Estando en el barco de regreso a su cuartel Mika le preguntó a Ethan

-Ethan ¿Por qué decidiste ser soldado?

-¿Por que decidí?, Decidí, si claro como si me hubiesen dejado elegir... La verdad pues fue por ley, estaba sentado bebiendo unos tragos de vodka después de trabajar como carpintero hasta que un oficial tocó mi puerta y me dió una carta donde se me solicitaba para el ejército, solo espero a que esto acabe para seguir bebiendo y pintar paredes

-carpinteria he....-dijo muy suavemente e incluso triste

-Mika, yo...-dijo pero fue interrumpido

-No es facil-dijo con los ojos llorosos-Lo que ví hay dentro no lo olvidare

Ethan Bubak se sintió incómodo tener al lado a alguien triste con la necesidad del carro consuelo, nunca fue bueno consolando a alguien, se sentía hasta culpable por eso, cuando el era niño, otro niño empezó a decirle sus problemas y empezó a sollozar, el sin saber que hacer como siempre solo le dió una palmadita en el hombro mientras se preguntaba el por qué era así, Así que Ethan Bubak un poco incómodo le dió una palmadita a Mika Strekoznova, después de eso se marchó de allí, Viktor Petrov por su parte trato de decirle que ya todo había acabado

-Nunca los voy a olvidar, ellos solo eran gente inocente...-dijo llorando en silencio

Viktor Petrov sabía que lo mejor que se podía hacer era escuchar, empatizar con la otra persona, así que eso hizo, escucho a Mika Strekoznova, también el paso el mismo dolor, ver gente morir y no poder hacer casi mucho, solo pudo escucharla mientras el también recordaba todo ese trauma que había pasado en esa maldita isla, en esa isla en se convirtió en el mismo infierno, se sorprendió al seguir manteniendo la cordura, recordando los cuerpos colgados y a la gente que mató cuando en el fondo sabía que el podía hacer lo mismo.

Esa misma noche ninguno de los soldados pudo dormír por obvias razones, pero Viktor Petrov se culpaba una y otra vez por qué no pudo hacer mucho por la gente que murió, por los niños, por el, esa noche oía voces que el solo podía escuchar, voces que lo culpaban, oía la voz de Boris Popov, de Anna Popov y de Oleg Federev Volkev,
Líder de los bandidos que capturaban a personas para devorarlas al cual, Viktor Petrov y su pelotón acribillaron a él al igual que su grupo de caníbales.

—¡Nos ibas a proteger!—grito la voz de Boris Popov

—¡Quiero a mi mamá!—dijo Anna Popov gritando y llorando

—¿Para esto nos mataste?—dijo Oleg Federev Volkev mientras se reía

Se tapo los oídos con la almohada mientras se ponía en pocisión fetal y pedía a gritos en su mente que paren, se levantó de la cama y se fue al baño, allí se miró en el espejo y se culpaba una y otra vez, no se podía ver al espejo.

Mika Strekoznova solo se limitaba a llorar en silencio en su cama recordando lo que pasó Allí, recordando cuando Anna ofreciéndole el Jacinto Púrpura, preguntándole cual era su color favorito, recordando esa vez de lo de la lámina de manzana.

Y Ethan Bubak solo miraba la ventana redonda que estaba enfrente de su cama mientras se metía un trozo de tabaco a la boca.

Erase Una Vez En La Unión SoviéticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora