Erase Una Vez En La Unión Soviética

Capítulo 10

Aprovechando que iba vestido de nazi se subió a una de las caravanas que se dirigían a Stalingrado, se sentó junto a otros soldados un poco incómodo, al lado suyo se sentó el soldado alemán con el que platico creyendo que era su amigo Adler, tratando de que no lo reconociera agachó la cabeza, al parecer se llamaba Sakiel Hoffman, lo vio sacar una fotografía de su bolsillo, en esta se le veía al soldado Sakiel junto a su esposa y hija delante de un río, luego escucho hablar a los soldados sobre un tal Nikdor, escucho a los soldados que ese tal Nikdor había dicho los puntos estratégicos para invadir Stalingrado y que este para que no le maten les ayudaría.

—¿Sabes cuales puntos estratégicos será?—le pregunto Viktor Petrov con la cabeza baja al soldado Sakiel

—No lo sabemos, solo el comandante

—Ok

—Oi tambien que es un buen elemento, sabe pelear mejor que nosotros

—¿Y como es?

—Tu voz me suena familiar ¿sabes?

—Ok adiós—dijo muy nervioso

Finalmente llegaron a Stalingrado después de un par de horas y Víktor Petrov se perdió en la muchedumbre de soldados y alejándose de ellos se esfumó.

camino un poco por las calles desoladas llenas de cadáveres de ambos bandos, vio a un soldado soviético muerto y se puso su uniforme, tomo la radio de uno de sus compañeros caídos y escondiéndose en un callejón oscuro trato de comunicarse con sus compañeros pero le fue inútil por qué la radio estaba rota, salió de allí pensado se una y otra vez por qué se había metido en tal horripilante lugar, los fuertes vientos azotaban su cara y su abrigo mientras que los aviones nazis volaban arriba de el buscando un lugar donde matar a más gente hasta que una avioneta de su bando empezó a ser perseguida por avionetas nazis.

este trataba de elevarse al cielo para dejarse caer y así dejarlo, constantemente esquivaba las balas hasta que después de recibir múltiples daños la avioneta cayó gírandose entre si hacia Víktor Petrov, este atemorizado corrio a refugiarse hacia un edificio agrietado, corrio hacia la puerta y se abalanzó hacia el suelo mientras que el avión se acercaba más y más al piso hasta que después impacto, afortunadamente no explotó y solo resbaló contra el suelo haciendo un gran chirrido raspando la parte de abajo del avión soltando chispas, impacto contra los escombros de un escombro y del avión salió un soldado herido con impacto de bala en el estómago, cayó de la avioneta y se tumbó sobre está, al lado suyo salió un soldado de su bando totalmente asustado apuntándole con su arma pero al ver que era aliado bajo el arma y lo socorrido

—¡Agg!—exclamo adolorido mientras escupía sangre—Gracias muchacho

Víktor Petrov lo llevo al edificio agrietado que al parecer era un hotel y lo sentó en el sofá para luego buscar en su mochila si no tenía algo con que curarle, encontró trozos de ropa y un poco de vino y con estos curo sus herida, al acabar de curarlo empezó a platicar con el

—Gracias recluta, si no fuera por ti ya habría muerto

—Si, ¿Quiere un poco?—dijo ofreciéndole el poco vino que quedaba

—No gracias, ¿Cuéntame, por qué estabas solo, y tú pelotón?

—Vera señor.....

—Axel, capitán Axel

—Si, yo estuve en las líneas de defensa de Leningrado

—¿Huiste?

—No, no huí, lo que pasó fue que estaba en la ciudad evacuando algunos civiles cuando la invasión llegó, solo yo sobreviví y Vi más lógico pelear en Stalingrado que aún no había Sido tomado que luchar allí, también se que recibirán la ayuda de un tal Nikdor el cual es un experto en algún punto es—dijo con un poco de mentira

—Ok

—¿Y usted?

—¿Pues que cree? Llegaron y mataron a mis hombres

—Ok, señor Axel, ¿Sabe que paso con las tropas que recién llegaban de Leningrado hacia Stalingrado a defender?

—aaaa ¿ellos? Murieron todos, a lo mucho duraron un día o dos si Dios quería

Víktor lo miro entristecido y desanimado, Ethan Bubak y Mika Strekoznova ya podrían a ver muerto, el capitán vio la expresión en su rostro y pregunto

—¿Por qué?

—Es que... Es que allí estaban mis únicos amigos—dijo con un nudo en la garganta

—Mira soldado, es difícil para todos lo que estamos pasando en este infierno, yo he perdido a mis hombres y tú a tus amigos pero cuando acabe esto todo habrá valido la pena

—Espero