Erase Una Vez En La Unión Soviética

capítulo 12

Mientras tanto Ethan Bubak y Mika Strekoznova:

Ethan Bubak y Mika Strekoznova estaban dentro de un edificio junto a otros soldados, allí vigilaban y defendían, en los primeros pisos se encontraban los civiles, los pocos civiles que quedaban, los niños y las mujeres hacían pan para los soldados y civiles heridos y los niños más valientes iban hasta los últimos pisos que eran dónde se encontraban los soldados y les traían la munición, tiempo antes Mika Strekoznova había visto a los tanques Panzer pasar sobre las trincheras en Leningrado y había dado por muerto a Víktor Petrov, eso le destrozo el corazón, casi corre hacia dónde el había estado pero afortunadamente Ethan Bubak la calmo

—Necesito ir a por el!—vocifero Mika

—Cálmate Mika, Viktor ya murió, no se puede hacer nada por el, ahora la gente aquí te nesecíta está gente

—Que acaso no recuerdas cuando te salvó la vida de aquellos bandidos en nazino

—Lose Mika, si el seguiría vivo lo ayudaría pero ahora está muerto

—No, el no lo está muerto—dijo en tono triste mientras miraba por la ventana hacia Leningrado

Pasaron allí defendiendo el edificio de los alemanes que trataban de tomar el Volga, trataban de aguantar a espada y escudo hasta que el comandante ordeno a Ethan Bubak y Mika Strekoznova entre otros soldados ir a defender el Volga en las costas del río, estaban en caravanas hacia el Volga mientras Ethan Bubak se preguntaba que hacia allí, el perfectamente podría estar pintando paredes para regresar a su pequeña casa de 3 cuartos para leer el periódico y masticar un poco de tabaco en vez de estar en la guerra más sangrientas de la historia en la cual un teniente o capitán duraban en batalla una o dos semanas si Dios quería, solo esperaba a que acabara la guerra para regresar a su casita con su Husky Siberiano, de seguro su perrito a de estar preocupado por el, eso era lo único que le importaba, el comunismo y Stalin podían irse al carajo y Ethan solo estaría dentro de una cueva con su leal compañero, con su compañero Husky Siberiano que adoptó cuando era cachorro después de que su madre al ir merodeando por las calles fuera atropellada por un camión, con su compañero que le ayudo a no cometer una tontería después de que su esposa Anna falleciera de cáncer, con su compañero que deseaba ver en estos momentos difíciles
<<¿Que hago aquí?>> Se preguntaba una y otra vez mientras se golpeaba suavemente la cabeza, que hacia allí en tan cruel guerra junto a una mujer que no sabía si considerar amiga la cual daba por muerto a Víktor Petrov, Ethan Bubak ya se imaginaba al pobre soldado siendo acribillado por los nazis y su cuerpo ser aplastado por los tanques, <<Así posiblemente acabe yo>> pensaba, ese pobrecillo Viktitor, ese hombre el cual le pidió ayuda para salvar a unos niñitos, solo para que los chiquillos se murieran y el se lastimara el pie por nada,

—Pobre Víktitor, eras un pan de Dios—pensó

Pero esos pensamientos se desvanecieron cuándo un tanque nazi disparo un proyectil cerca de la parte delantera de la caravana, afortunadamente el proyectil no dió en la caravana, solo dió al lado, pero aún así la onda expansiva de la explosión logro sacudir la caravana lo cual provocó su repentina desviación y chocar contra unos escombros, varios soldados de la caravana salieron disparados tras el choque, habían varios heridos y algunos muertos pero de pronto la confusión y el miedo dentro de la caravana se vio interrumpida cuando varios soldados alemanes salieron para dar muerte a los sobrevivientes de la caravana, de inmediato los soldados soviéticos que podían levantarse se bajaron de la caravana y trataron de defenderse, la batalla fue brutal, sangre corría por el suelo y los casquillos de las balas salían por los aires, poco a poco los soldados de ambos bandos caían poco a poco hasta que solo quedaron poquísimos soviéticos, no habían ganadores ni perdedores en esa lucha, solo sobrevivientes, Ethan para su mala suerte como creía seguía con vida, el trauma de matar a gente se compensa con seguir vivo un día más, uno más, la caravana se había estropeado tras el choque y la comandante que dirigía la operación había fallecido apenas la caravana choco.

Lo único que podían hacer los 7 soldados de los 10 que no estaban heridos de los 30 que no habían muerto era según el comunicado de la colonia militar dirigirse a pie hacia el Volga y esconder a los heridos en ruinas para ser rescatados después por demás soviéticos, sonaba un poco cruel pero no se podía hacer nada más, escondieron a los 3 heridos en una casa vieja, les dejaron agua y comida, trataron de sanar sus heridas de forma improvisada y se fueron hacia el Volga.