2

4.5K 615 83
                                    

Las semanas pasaron hasta convertirse en meses. Meses en los cuales Midoriya volvía a ser perseguido por, afortunadamente, los pocos chicos del edificio. Los primeros días Midoriya se puso a investigar a las personas que vivían en el edificio, preguntándole al portero. Un hombre con ojeras debajo de los ojos, pelo largo, lacio y negro, el cual siempre tenía una actitud de pereza y de vez en cuando por las noches lo veía metido en un saco amarillo durmiendo.

Aquel hombre con desinterés le contesto arrastrando las palabras que la mayoría de las personas que vivían en el edificio eran familias o trabajadores de empresas, solamente unos cuantos chicos y chicas como el vivían en el lugar. Eso alivio a Midoriya. Pero ese alivio no duro del todo ya que, a la segunda semana, tres chicos y una chica se encontraban detrás de él. Y así pasaron los dos primeros meses en aquel lugar.

Izuku lo admitía, era menos estresante que sus antiguos departamentos. Pero aun así le incomodaba. Cada día era igual por el pasillo de Midoriya, nunca podía llegar a su puerta sin oír un chiflido. En uno de sus días regresando del trabajo, un chavo se encontraba a un lado de la puerta principal del edificio, tan pronto vio a Midoriya pasar por su lado le tomo del brazo y lo detuvo.

El chico le dijo —Te estaba esperando—

Ese era Mineta, un chico más bajo que él y con una cara de total pervertido. Cuando Midoriya escucho aquellas palabras pensó que mejor debería irse y darse un baño, quien sabe que cosas sucias habría hecho con su mano. Pero solo lo pensó, Midoriya no le diría eso a aquel chico ni aunque le tuviera asco.

Midoriya se soltó suavemente del agarre de Mineta y bajo su cabeza para verlo —Lo lamento Mineta, pero tengo cosas pendientes que hacer—

Midoriya no espero a que Mineta le contestara y camino rápidamente hacia al ascensor, presionando varias veces con nervios el botón para cerrar rápido la puerta del ascensor al ver a Mineta caminar hacia él. Lo que menos quería era quedarse encerrado con aquel chico en un espacio tan reducido.


El chico del apartamento 512Donde viven las historias. Descúbrelo ahora